La inseguridad ya está alcanzando al estado de Aguascalientes, consideró el investigador del CIDE, Édgar Guerrero, y no dudó en que en la Entidad está sucediendo algo y no se está buscando alguna solución, “todos estos eventos nos dicen algo y debemos saber lo que nos quieren decir”.
Se ha caído en la narrativa de que en Aguascalientes no pasa nada, pero cuando se empiezan a ver los datos y las cifras, existen homicidios dolosos muy fuertes, las desapariciones forzadas.
En cuanto al hallazgo de la fosa clandestina en el municipio de Tepezalá, Édgar Guerrera dijo que se está poniendo el tema sobre la opinión pública, pero es una problemática de hace muchos años atrás, “sólo que los Medios de Comunicación, la sociedad civil y la gente de la academia no ha puesto el dedo sobre la llaga”.
Advirtió que este tipo de situaciones llevará a preguntarse lo que está ocurriendo en el Estado en términos de seguridad y que esto solamente ocurría en entidades como Jalisco, Guanajuato y Zacatecas.
El hecho de que los jefes del crimen organizado puedan tener sus viviendas en Aguascalientes no es algo que se pueda asegurar, “pero es una hipótesis plausible, que puedan tener sus bases de operación aquí”, manifestó.
Lo anterior señaló el investigador puede ser por la ubicación que tiene el Estado, al contar con una cercanía con gran parte de las demás entidades de la zona del Bajío.
“Durante los últimos 15 años nos hemos acostumbrado a cierta normalidad de algunos hechos de violencia tan dramáticos en el país”, mencionó el académico.
Por último, Édgar Guerrero dijo que por mencionar en la década de los 80’s y 90’s la delincuencia organizado estableció sus residencias en la ciudad de Guadalajara, que era muy atractiva para la realización de inversiones o de lavado de dinero, “Puerto Vallarta que creció mucho con el dinero del narcotráfico”.