El papel de la madre es invaluable, pues gracias a los valores que infunde a sus hijos, a su esfuerzo cotidiano y a su valentía para afrontar los difíciles retos que el mundo presenta, es como se sostiene la sociedad y así, en tan sólo cinco letras cabe todo el amor y la fortaleza del mundo: madre.
La sabiduría, perseverancia y trabajo de las madres hacen posible que la sociedad cada día avance más en la conquista de mayores logros, tanto en la educación, como en la cultura y los valores que han sabido transmitir para que con su aportación, la población siga avanzando con mayor equidad, pues la madre infunde valores humanos, espirituales y con su ejemplo de trabajo, forja también el progreso y la abundancia de los que goza nuestro Estado y la nación.
Desde el hogar, pero también desde las empresas, las oficinas, los negocios, la docencia y las profesiones, las madres, con su doble labor de cumplir en el hogar y en la vida productiva, cooperan para que este mundo sea mejor, gracias a su sacrificio que no siempre es reconocido ni valorado, pero que es parte de los pilares que sostienen a nuestra sociedad y nuestro mundo, en medio de un mundo que de por sí exige cada día más, dadas las nuevas circunstancias de un mayor desarrollo y retos a nivel educativo, empresarial y productivo, pero sobre todo, retos para fortalecer los vínculos familiares, el tejido social y el hogar, porque gracias al esfuerzo que realizan por mantener la unidad familiar, es que se logra que la familia y la misma sociedad sigan teniendo la cohesión y se evite de este modo que crezca el fenómeno de la desintegración.
El 10 de mayo desde el año de 1922 en el siglo pasado, fue promovido por el entonces secretario de Educación, José Vasconcelos, y México fue el primer país latinoamericano en sumarse a la conmemoración de la celebración, de acuerdo con el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes de México.
Pero también el Diario Excélsior tuvo que ver, pues de acuerdo a lo publicado por el propio periódico, “fue en las páginas de Excélsior donde esta propuesta vio la luz por primera vez. La idea era simple, pero profunda: dedicar un día especial para reconocer la labor y el amor de las madres. Esta celebración popular resonó en la comunidad y, antes de lo esperado, se convirtió en una tradición arraigada en la cultura mexicana”.
De acuerdo a lo informado por el diario en su página, “Rafael Alducin, periodista y fundador de Excélsior, fue el motor detrás de esta iniciativa inspirado por las celebraciones similares en otros países, Alducin consideró que las madres mexicanas merecían un reconocimiento similar. En su editorial del 13 de abril de 1922, propuso oficialmente que el 10 de mayo se convirtiera en el Día de la Madre”.
De este modo, en nuestro país cada año se celebra con admiración y alegría a la madre como un pilar esencial del progreso y de la paz, del trabajo y del fortalecimiento de la sociedad, para seguir haciendo de Aguascalientes y de México un Estado y una nación fuertes, con ciudadanos responsables, infundidos del amor y de la perseverancia con los que día a día, las madres construyen nuestros sueños y los convierten en realidad para seguir en la eterna lucha por hacer de este mundo un lugar mejor, bajo las enseñanzas de las madres, que nunca están desprovistas de amor y trabajo incansable por la humanidad.
Hoy 10 de mayo, las que están en el cielo reciban nuestro homenaje y agradecimiento, una flor y una oración en sus sepulcros y las que están en la tierra, reciban también el cariño, el respeto y agradecimiento de sus hijos, ¡porque madre sólo hay una!