Guadalajara (México), 21 ago (EFE).- Con dos campeonatos de liga, una Copa de Concacaf y una medalla de Juegos Panamericanos ganados, el centrocampista mexicano Isaac Brizuela es un hombre de familia que desea convertirse en el referente de las Chivas de Guadalajara.
Desde los 17 años, Brizuela dejó Lagos de Moreno, pueblo mágico de Jalisco (oeste de México) donde creció, para migrar a Toluca, en el Estado de México, y debutar en tercera división. Separarse de su familia fue la moneda de cambio para llegar a profesional, revela en entrevista a Efe.
«Lo más difícil ha sido dejar a la familia porque soy apegado a ella. Dejarla por viajes y no estar con ella tanto tiempo es complicado, pero a la vez parte de tu trabajo, y lo tienes que cumplir; el fútbol me ha dado más de lo que me ha quitado», dice.
El niño que soñaba con verse en televisión dentro de la cancha y ser reconocido por los aficionados debió sacrificar cosas para lograr el sueño.
«A lo mejor la gente piensa que porque estamos en Primera División fue todo fácil, que no hubo un proceso detrás de todo este sueño. Es difícil estar viajando en una ciudad nueva sin conocer a nadie, son muchas cosas que uno pasa que son complicadas, pero a veces siento que la gente le quita ese mérito a todo ese esfuerzo que uno pone», señala.
Tras su paso por Toluca, donde consiguió un título de liga en 2010 y una breve estancia en Atlas, el ‘Cone’, como le conocen sus compañeros y la afición, llegó a Chivas, cuadro en el que se consolidó como uno de los jugadores más regulares de la liga mexicana.
El talento del atacante explotó en el Guadalajara de la mano del entrenador argentino Matías Almeyda, quien convirtió a Brizuela en titular de su equipo hasta que en el Clausura 2017 sufrió una fractura ocasionada por el jugador del América Rubens Sambueza que le hizo perderse el campeonato de liga que Chivas ganó en aquel torneo.
Brizuela ha sido testigo de los cambios en el cuerpo técnico del club rojiblanco en el que tras la polémica salida de Almeyda en 2018 el banquillo ha sido ocupado por el paraguayo José Saturnino Cardozo, el mexicano Alberto Coyote y por Tomás Boy, actual entrenador del equipo.
Más allá de la brusquedad con la que se dieron los cambios en Chivas, Brizuela asegura que el cambio de técnicos y formas de juego le han servido para consolidar su carrera y para evolucionar como jugador.
«Me considero un jugador profesional que trata de entregarse al máximo en cada entrenamiento, de ser a lo mejor un ejemplo para los más chicos, siempre trato de dar lo mejor de mí, de contagiar al compañero, y siento que he evolucionado con cada uno de mis entrenadores, a cada uno le he aprendido y le debo mucho», afirma.
Con 29 años, una medalla de oro en Los juegos Panamericanos 2011 y una participación en el Mundial de Brasil en 2014, Brizuela se traza como objetivo volver a la selección mexicana y estar en la escuadra que dispute la Copa mundial en Catar 2022.
«Es otro objetivo que tengo, estar en un Mundial y tener participación, me quiero enfocar primero en mi club, en hacer las cosas bien y si me toca recibir llamados, aprovecharlos, quedarme en la selección y convencer, y de aquí a lo que falte del Mundial quiero tratar de estar listo y llegar en la mejor versión», expresa.
Aunque su personalidad hogareña le ha sentado raíces en Guadalajara, Brizuela no descarta cumplir el sueño de jugar en Europa, aunque dice estar consciente de que la edad puede jugar en contra.
«Ya tengo mi edad en el fútbol. No pierdo la ilusión, pero a la vez tengo bien firme dónde estoy parado, sé que estoy en un gran club, de los mejores de México, para mí el mejor, y estoy feliz», asegura.
Lo que sí tiene claro es que quiere terminar su carrera futbolística en Chivas, un club que lo blindó para evitar que se fuera al San José Earthquakes de la liga estadounidense y con el que desea volver a ser campeón.
«Sueño con ser campeón en Chivas. Me tocó ya, pero estuve lesionado y va a ser un sabor diferente estar en el terreno de juego y poder levantar un título con esta institución, quiero convertirme en un referente en esta institución», reveló.
«Quiero estar muchos años y retirarme aquí; la directiva tiene la última palabra, pero me considero feliz aquí, estoy cerca de mi familia y no me veo en otro equipo», concluyó.