El Hospital General del ISSSTE da lástima en lugar de servicio seguro a los pacientes, luego que las lluvias tupidas que se presentaron días atrás provocaron encharcamientos e inundaciones al interior de las diversas áreas de esa unidad, producto del mal estado físico y de la falta de mantenimiento al vetusto nosocomio por los ahorros malentendidos en el ejercicio presupuestal de la Delegación.
Personal de las diferentes áreas del mismo hospital expuso el pésimo estado del edificio que alberga al hospital y documentaron con fotografías y videos los estragos que provocó el agua de las lluvias ocurridas recientemente tanto en los techos como en las paredes de consultorios, área de hemodiálisis, cocina, sanitarios y en otros puntos estratégicos.
En algunos pasillos de las áreas de encamados se tuvieron que colocar cubetas para captar el agua que se filtraba por los techos, pero otros espacios del hospital de plano se encharcaron a causa de lo tupido de las lluvias, por lo que incluso hubo necesidad de mover a pacientes hospitalizados a otras áreas de menos riesgo.
Los trabajadores del hospital advirtieron que el estado físico del hospital es deplorable y de mucho riesgo en virtud de que el mismo carece de trabajos preventivos y de mantenimiento en todas sus estructuras, lo que provoca que con cualquier lluvia fuerte se presenten los encharcamientos e inundaciones como sucedió hace un par de semanas con el aguacero.
Este delicado problema se le reportó tiempo atrás a los directivos y responsables de las áreas administrativas del Hospital General y de la propia representación local del ISSSTE, pero ni siquiera por asomo se presentaron y tampoco ordenaron que se realizara alguna verificación de las zonas de riesgo y de los encharcamientos que hubo en los pasillos por las goteras que hay por todas partes en los techos del edificio.
En los videos que grabaron los propios trabajadores con sus celulares se observa claramente el encharcamiento en las salas de hemodiálisis, la colocación de todo tipo de recipientes en diferentes áreas para captar el agua de las goteras y los estragos que provocó la lluvia en los techos y paredes de consultorios, salas de hospitalización y en el área de la cocina, todo ello producto del descuido en la impermeabilización de los techos al saberse que en cualquier momento se comenzarían a presentar las precipitaciones pluviales.