Aguascalientes.- Un hombre de hablar claro para evitar traiciones y sorpresas, así se considera Jaime Gallo Camacho, quien está preparado para el servicio público pero también para desempeñarse en la Iniciativa Privada y que ha aprovechado las oportunidades que se le han abierto en su camino en los dos ámbitos.
Jaime, ¿dejaste el futbol profesional para dedicarte a tu carrera?
Sí, fíjate que tengo una anécdota que me hace tener los pies en la tierra. Desde mi infancia me destaqué siempre en todos los deportes, en la primaria, secundaria y bachillerato formé parte de las selecciones escolares, pero también jugué futbol profesional, es más, estuve en las reservas con el Club Atlante en la Ciudad de México, también jugué en la Liga Española, antes fui en la Preselección Nacional Infantil, mis compañeros fueron el 'Chatito' Ortiz, Luis García, Ramón Ramírez.
En Aguascalientes formé parte de la selección estatal, de ahí fui al Nacional Benito Juárez, me probé con el equipo de Segunda División del Deportivo Aguascalientes, me invitaron a jugar con el Club Guadalajara en la Casa Club y de ahí le empecé a tomar cariño al Chivas, porque antes yo le iba al América.
De hecho me convino irle al Chivas, porque cuando conocí a la familia de mi novia, ahora esposa desde hace 26 años, era requisito irle al Chivas y aquí estoy, -suelta la carcajada y se enrojece-.
Fue en ese tiempo, justo cuando tenía 22 años decidí regresarme a terminar de estudiar, no podía estar concentrado, en encierro en la Casa Club y mi papá me dijo que le pensara si me quería dedicar al futbol, porque era una carrera corta o impredecible, en cambio si se dedicaba por otra profesión sería más duradera y así ha sido. Tomé la mejor opción.
¿Y cómo fue esa relación de hermanos y con tus papás, cómo es hasta ahora?
Soy el mayor de 5 hermanos, bueno en realidad fuimos 6 pero el más grande falleció y me quedé a la cabeza del resto. Mi papá muy trabajador y un hombre muy sensato. La gente lo recordará porque él fue quien trajo la gran tienda de Abarrotes Aguayo, donde la familia también atendíamos, él siempre atento a sus hijos, a sus necesidades y atenderlos con amor y paciencia.
Mi mamá una mujer estricta pero con amor, inclusive mi papá dice que es gracias a ella que la familia se ha sostenido, porque es la del empuje y la que a cada uno de los miembros de la casa los ha puesto en su lugar. Todavía ahora, siempre está atenta de sus hijos, qué hacemos, a dónde vamos, cómo vamos, entre otras cosas.
Cuéntanos, ¿cómo fue la relación de noviazgo y ahora con la familia que has formado?
Conocí a mi esposa siendo estudiante, en un principio me caía mal porque ella era muy estudiosa muy dedicada, inclusive fue uno de los mejores promedios de la generación en el país, y por eso el presidente Salinas le entregó un reconocimiento.
Yo era un estudiante promedio, debía tener buenas calificaciones porque tenía una beca deportiva y estudiantil, inclusive a mí me dieron la primera beca de este tipo de la Universidad Bonaterra, pero no era matado para el estudio, yo me la pasaba entrenando y con los amigos. Poco a poco nos conocimos y salimos, a grado tal que ella me llegó a acompañar a los juegos.
En su familia siempre era la discusión sobre a qué equipo le íbamos, a mí me fue bien, para ese tiempo ya le iba al Chivas que es al que le iba la mayoría de ellos, entonces fui bien recibido, -vuelve a reír-.
Ahora con la familia que hemos formado, le agradezco mucho a ella que se haga cargo de la educación de mis hijos, obviamente yo siempre estoy presente, pues nunca falto a ninguna de sus actividades, a las juntas y convivencias escolares siempre voy, soy el encargado de llevarlos a sus escuelas todos los días, los fines de semana son sagrados y no sacrifico ningún tiempo que pueda pasar con ellos por un trabajo o actividad política, cuando mi presencia es muy indispensable en un evento de Gobierno o público, es cuando lo evalúo y me pongo de acuerdo con mi esposa a quien le agradezco infinito que siempre me acompañe en mis proyectos. En realidad disfruto mucho estar con mi familia.
¿Cómo es que incursionaste en la vida pública, en el ambiente político?
Fui presidente de la Sociedad de Alumnos de la Bonaterra, y en alguna ocasión, siendo mandatario Barberena él hizo la invitación a varios estudiantes a algunos de sus eventos públicos, para que viéramos el trabajo del Gobierno. Entonces me di cuenta de lo importante que es tener una buena administración, una autoridad y del Poder Público.
Con Otto Granados como gobernador electo, yo estaba al final de mi universidad, cuando en un evento pedí que el Gobierno abriera oportunidades a los jóvenes. Total para no hacerla larga, recién me gradué montamos un despacho de consultoría Gustavo Martínez y yo, poco después Carlos Lozano como titular de la Comisión Estatal para el Desarrollo Económico me invitó a trabajar en una Dirección de esa dependencia, pero sólo duré 5 meses, porque el primer gobernador panista en el país, Ernesto Ruffo de Baja California me invitó a trabajar allá en el Instituto de Educación y desde entonces he tenido muchas oportunidades.
Pero te he de decir que soy de esas personas que también he rechazado propuestas porque no me he sentido preparado para hacer frente a los retos, comulgo mucho con la frase que dice: “la más grande de las deshonestidades es ejercer un oficio que no se sabe”.
¿Y qué es lo que más te ha gustado en este trayecto?
He gozado cada oportunidad en el servicio público y la actividad privada, pero en 25 años los caminos me se han abierto continuamente en la actividad gubernamental.
Pero una cosa que me dejó marcado y con muy buena impresión, fue la oportunidad de trabajar con el primer gobernador panista del país, Ernesto Ruffo en Baja California Norte, donde estuve en varios cargos dentro del Instituto de Educación de allá, y después empezaron todos los movimientos, de allá el segundo cargo fue para encabezar la delegación del FONAES aquí en Aguascalientes donde ya como familia nos hemos asentado con los nuestros.
Soy una persona entregada y cuando me dedico al servicio público en eso me concentro, sin embargo soy militante activo del PAN y asisto a sus actividades sin involucrar el servicio público con la el trabajo de partido, tengo muy claro que el servicio público es para todos y dentro del PAN participo como formador, capacitador, miembro de consejo, entre otras labores.
Pero también soy parte de grupos religiosos y hago labor de apostolado, soy parte del Consejo de Laicos del que participé en la elaboración de sus estatutos, hay quienes me vinculan también con la Iglesia, y es que en mi etapa de preparatoria conviví con seminaristas que ahora son sacerdotes, además soy un hombre creyente y de mucha fe, y tengo la certeza de que Dios nos tiene destinado el camino de nuestra vida.