Tokio.- Decenas de miles de efectivos continuaron este lunes con las labores de búsqueda y rescate de supervivientes en Japón tras el paso del poderoso tifón Hagibis, que ha causado ya más de medio centenar de muertos e importantes inundaciones en el país.
Las primeras 72 horas son cruciales cuando se trata de salvar vidas, recordó el ministro japonés de Defensa, Taro Kono, en una reunión de emergencia recogida por las cámaras de la cadena NHK.
Más de 110.000 efectivos de la policía, bomberos, guardacostas y Fuerzas de Autodefensa (ejército) participaron en las operaciones de hoy, para las que se desplegaron 100 helicópteros, dijo el Gobierno.
Las labores de salvamento de este lunes se vieron dificultadas por la lluvia pronosticada para todo el día en las zonas más afectadas, que se prevén más intensas para la tarde-noche.
Las autoridades pidieron extremar la precaución por el aumento del riesgo en tales circunstancias de desprendimientos de tierra (que ya está reblandecida por las precipitaciones récord del tifón) e inundaciones, e instaron a la población a mantenerse alejada de lugares potencialmente peligrosos como ríos y laderas montañosas.
Al menos 56 personas han muerto por el paso del tifón por el centro, este y noreste del país durante el fin de semana, cerca de la mitad en las prefecturas de Fukushima y Miyagi, recogió NHK.
Además, más de una decena de personas están desaparecidas y más de 200 resultaron heridas por el paso de la tormenta, según las cifras recabadas de los cuerpos de rescate y las autoridades locales.
Se espera que las cifras aumenten en las próximas horas e incluso días a medida que avancen las labores de limpieza, que también permitirán calibrar el alcance de los daños materiales.
Las autoridades están estudiando imágenes y vídeos filmados desde el aire por el Ministerio de Tierra (en los que pueden apreciarse excavadoras trabajando en la retirada de escombros o helicópteros en operaciones rescate), así como material publicado en Internet.
Hagibis, el decimonoveno tifón de la temporada en el Pacífico, dejó lluvias récord el fin de semana en algunas regiones debido a que su fuerza y extensión dispersaron intensas precipitaciones en una amplia zona durante horas. En ciertos puntos se registraron en un día el 40 % de las precipitaciones de todo un año.
Las lluvias provocaron que numerosos diques situados a lo largo de al menos 37 ríos del país se derrumbaran, según informaciones del Ministerio de Tierra, Infraestructura y Transporte del país.
Algunas presas optaron por soltar agua como medida de emergencia para que no se rompieran, lo que en algunos casos empeoró la situación en zonas donde los ríos ya había superado su límite.
La prefectura de Nagano, al noroeste de Tokio, fue una de las más damnificadas debido al desbordamiento del río Chikuma, que fluye a través de la región. Anegó varias localidades, dejando varados a sus residentes, que tuvieron que ser rescatados en helicópteros y barcas.
"Todo lo que había en mi casa fue arrastrado ante mis ojos. Fue como una pesadilla. Me siento afortunada de estar viva", declaró una mujer que fue rescatada a la cadena NHK. El agua superó en algunos casos los dos metros de altura.
El primer ministro japonés, Shinzo Abe, ordenó a las autoridades pertinentes que faciliten toda la ayuda posible a las más de 30.000 personas que permanecen evacuadas y señaló, durante una reunión de emergencia con los ministro de su Gabinete, que se han desplegado alrededor de 200 camiones de bombeo para drenar las zonas inundadas.
Además de las áreas residenciales, las inundaciones afectaron a carreteras y puentes ferroviarios, y numerosas cosechas y cultivos se han visto seriamente afectados por Hagibis, uno de los peores tifones que han afectado al archipiélago en décadas.