De manera voluntaria y exhibiendo su cultura que llamó la atención y que fue reconocida por la gente que observó el “gran detalle”, mujeres japonesas se dieron a la tarea de realizar ayer labores de limpieza en las letras de Aguascalientes y otras áreas de la Plaza de Armas que fueron dañadas por algunas de las participantes en la manifestación del 8 de marzo.
La iniciativa de las dos mujeres japonesas que radican en la ciudad fue secundada inicialmente por integrantes de un grupo de baile folclórico y luego por otras personas que se sorprendieron con el ejemplo que exhibieron las orientales, las cuales se dieron a la tarea de ayudar a desaparecer las pintas y pegas que dañaron la infraestructura y la imagen de la plaza principal.
Personal de seguridad de los palacios y personas que acudieron a temprana hora a las celebraciones eucarísticas en Catedral mencionaron que desde antes de las ocho de la mañana llegaron con sus implementos e insumos las dos mujeres orientales para iniciar con las faenas de limpieza en las áreas vandalizadas por algunas de las feministas que dejaron sus huellas sobre las letras, en el piso y en la cantera de la exedra de la plaza principal.
Durante buena parte de la mañana y a pesar del clima cálido que las obligó a utilizar bloqueador solar, sombrero y chalecos, las japonesas voluntarias cumplieron con una intensa y por demás laboriosa tarea debido a que no les era tan fácil retirar las pegas y las pintas con las que se dañaron las letras de Aguascalientes que resultan ser uno de los atractivos para las fotos de los turistas.
“Nos gusta que se vea bonita la plaza, no nos gusta cómo las dejaron”, fue lo que señalaron algunas de las personas que se sumaron a las faenas de limpieza que de manera voluntaria encabezaron las dos japonesas que pusieron el ejemplo y cuya labor social fue bien vista por quienes caminaban desde temprana hora por la Plaza de la Patria.
“Ojalá que las que vandalizaron la Plaza en la manifestación del 8 de marzo y a las mismas autoridades les dé vergüenza con el ejemplo que nos ponen estas personas”, mencionaron quienes atestiguaron y se sumaron al trabajo de las japonesas.