Con un final dramático, digno de una final de la Copa del Rey, Mallorca perdió en penales 4-2 (1-1) ante Athletic Club de Bilbao.
La escuadra de Javier Aguirre superó el cansancio, entregando todo durante los más de 120 minutos que duró el compromiso y se quedó muy cerca de su primer campeonato en Europa.
El Estadio de La Cartuja fue escenario de una final llena de pasión, en la que ambas instituciones trabajaron arduamente para buscar el ansiado título, teniendo oportunidades claras en ambas porterías.
La escuadra de Javier Aguirre tardó en sentirse cómodo, pero una vez bien parado en la cancha comenzó a generar peligro con balones aéreos de Cyle Larin y Vedat Muriqi.
Fue quizá en uno de esos lapsos del equipo mallorquinista, que logró ponerse al frente tras una jugada a balón parado, que tras una serie de rebotes fue mandado al fondo por Dani Rodríguez al 21′.
Con la ventaja Mallorca controló el balón y con fortuna ante fallas de Nico Williams y Gorka Guruzeta logró irse con la ventaja al descanso.
En la parte complementaria, Athletic hizo modificaciones y de forma inmediata encontró el empate con Oihan Sancet al 50′, un gol que llevó el partido hasta la definición de penales.