Pese a que la estancia de Jay de la Cueva, dentro de la banda de rock Molotov, fue relativamente corta, también fungió como uno de sus principales compositores, al menos, de algunas de las canciones más exitosos del grupo que, tras su salida, mantuvo su integración intacta a partir de ese momento.
A finales de marzo, Jay dejó atrás al grupo Moderatto para emprender su carrera como solista, tras 24 años junto a la banda, sin embargo, antes de vivir su etapa como Bryan Amadeus, el músico formó parte de otros grupos.
Este fue el caso de Microchips, Las víctimas del doctor cerebro, Molotov y Fobia.
De hecho, de la Cueva, junto a Micky Huidobro fundaron Molotov a mediados de los noventa.
En paralelo, el músico era el baterista de Las víctimas del doctor cerebro, agrupación que abandonó para cumplir su promesa de dedicarse de lleno a Molotov, si la banda ganaba el primer lugar de un concurso, organizado por Coca Cola, del mismo modo que lo hicieron Huidobro y Tito Fuentes, al salir de La Candelaria.
El único que no cumplió su promesa fue Iván Moreno, el baterista del grupo, que siguió colaborando con otras bandas y músicas como Café Tacuba, Moenia y Julieta Venegas.
A raíz de eso, Jay le habló a Micky y Tito acerca de un baterista que conocía y que creía que era el elemento que le hacía falta al grupo.
Se trataba de Randy Ebright, un músico que conocía desde los 14 años, cuando este llegó de Estados Unidos y, por sus gustos musicales, se convirtió en uno de sus mejores amigos.
«Yo pensaba que sería increíble que Randy fuera el baterista de Molotov, que era de mis mejores amigos, que cuando llegó a México nos conocimos; ni yo hablaba inglés ni el español, y todos los fines de semana, o él se quedaba a dormir en mi casa o yo en la suya, el lenguaje que teníamos era la música, con Randy siempre tuve una complicidad musical muy inspiradora, interesante e importante», expresó en entrevista con Javier Panigua.
En esa época, Ebright era baterista exclusivo del bar el Bulldog, por lo que, cuando recibió la propuesta de La Cueva trastabilló antes de aceptar, pues sobrevivía del dinero que ganaba como músico del lugar.
«Me dijo que no, porque él vivía de eso, fue muy valiente porque Randy llegó porque su padre trabajaba para la DEA, se les acabó la estancia en México, ellos regresaron a EU y Randy dijo ´yo me la juego, yo quiero tocar, váyanse, yo me mantengo´, fue muy fiel y valiente a sus sueño, pero yo le dije ´tienes que tocar para Molotov´», precisó.
Y aunque Jay fue uno de los fundadores, el responsable que Randy se uniera al grupo y compositor de característicos riffs de algunos temas como «Más vale cholo que mal acompañado», «Mátate Tete» y «Ching* tu madre», cuando recibió la propuesta de unirse a Fobia, como baterista, el músico no lo dudó y cambió de agrupación.
En consonancia con Fobia, Jay creó Moderatto y, mientras tocaba y cantaba como Bryan Amadeus, también conformó Titán, Los Odios y The Guapos y, en la actualidad, se enfoca en su carrera en solitario.