México, 5 oct (EFE).- Con jinetes mexicanos y panameños regresaron este fin de semana al Hipódromo de las Américas de la capital mexicana las carreras de caballos, suspendidas desde marzo por la COVID 19.
Una decena de carreras celebradas este domingo completaron las 34 del fin de semana, que se llevaron a cabo a puerta cerrada, aunque fue posible realizar apuestas por internet y transmisiones vía ‘streaming’.
Después de más de medio año de inactividad, los ‘jockey’ pudieron presentarse con una mínima tolerancia de peso, tal vez la particularidad más llamativa respecto a los tiempos normales del Hipódromo, único del país.
«Suelo montar con 52 kilos y medio de peso, pero he regresado con 54 con todo y chaleco, pero para la siguiente semana registraré casi un kilo menos», señaló a Efe Miguel Ángel Rodríguez, segundo en la cuarta carrera del sábado con el caballo Nicolasa.
Aunque la inactividad fue larga, los jinetes y sus caballos no dejaron de entrenarse, lo cual facilitó el regreso en mejores condiciones, explicó Rodríguez.
Jacob Moret, vocero del hipódromo, confirmó que en la primera etapa de regreso tras la pandemia, el Hipódromo trabaja sin público, con alrededor de un tercio de su personal y un riguroso seguimiento de las medidas de seguridad para evitar el contagio del coronavirus.
«Somos el único Hipódromo del país; ha sido un fin de semana emocionante y nos preparamos para alcanzar la normalidad, con la gente en las gradas, cuando las autoridades lo determinen», señaló Moret.
El regreso de la actividad estuvo matizada por los detalles. La ausencia de público permitió escuchar el sonido de los caballos en la lucha por llegar primero a la meta, las explosiones de sus jinetes y la respiración de ambos», algo inusual en las competiciones, caracterizadas en tiempos normales por el grito de los aficionados y apostadores.