José Arturo Ramírez García y Adriana Carolina Avilés Martínez se aceptaron como esposos en emotiva ceremonia que tuvo lugar en el templo de San Antonio de Padua.
El Sacerdote salió hasta el atrio del templo a recibir a los enamorados, a quienes dio una cálida bienvenida para después encabezar el cortejo nupcial.
Luego, el Presbítero llevó a cabo el ritual matrimonial, durante el cual preguntó a José Arturo y Adriana si estaban dispuestos a amarse y a respetarse como esposos, así como a recibir con amor a los hijos que Dios les mande, a lo que contestaron afirmativamente, aceptándose como esposos.
Postrados ante la imagen del Todopoderoso, los contrayentes recibieron la mancuerna matrimonial y más tarde, la bendición nupcial.