Juan Chávez usaba los túneles de las personas, como él los denomina, y que eran en los que cabía un hombre y un caballo, porque también había para transportar el agua sucia y la limpia, aparte de los que se construyeron para que la antigua Fundición que llegó a finales del siglo XIX no se inundara.
Aguascalientes es un lugar de leyendas, en donde las consejas y la historia se entrelazan para reflejar vidas, aventuras y relatos que se van engarzando, entre los túneles que pasan por la parte subterránea de la ciudad y sus alrededores, algunos llegan hasta el Cerro del Muerto, y las diferentes edificaciones antiguas en las que aún se encuentran algunos de estos pasadizos que en el afán de seguir construyendo o derruyendo, han sido tapados, y precisamente en torno a estos pasadizos se entreteje la historia y el mito de Juan Chávez, el famoso bandolero de Aguascalientes que robaba a los ricos para repartir a la Iglesia.
Contrario a “Chucho el Roto”, quien robaba a los ricos para repartir a los pobres, Juan Chávez repartía sus ganancias en las iglesias, y por eso era conocido como “el defensor de las beatas”, según comenta el historiador José Jorge Esparza Osorio, quien nos relató parte de las andanzas y leyenda en torno al más famoso ladrón de Aguascalientes.
Destacó que Juan Chávez usaba los túneles de las personas, como él los denomina, y que eran en los que cabía un hombre y un caballo, porque también había para transportar el agua sucia y la limpia, aparte de los que se construyeron para que la antigua Fundición que llegó a finales del siglo XIX no se inundara.
Los túneles para el resguardo de bienes y personas corren por todo el centro de Aguascalientes, tocan algunas iglesias, pasan por muchas arterias y desembocan en algunas fincas, y precisamente este sistema de pasadizos era utilizado por Chávez y su banda de forajidos, luego de realizar sus robos. Eran rutas de escape.
“Tienen tres metros de ancho por tres metros de largo, y mientras los del agua sus paredes, techo y piso forman parte del terreno natural en el que se ubican, los de las personas no, normalmente hacían muros, ya sea la bóveda y aparte construcción a base de piedra, ladrillo, cantera y cuña. Diferente material, producto de la obra humana”.
Dijo en cuanto al famoso ladrón, que fue un personaje muy famoso en Aguascalientes, primero porque él nace en la Hacienda de Peñuelas, producto de una relación ilícita entre el dueño de la Hacienda, Juan Dávalos, y una de las sirvientes del lugar, llamada Ignacia Chávez, a quien llamaban “Nachita”.
ASALTABA POR EL RUMBO DE PEÑUELAS
Creció no siendo reconocido por su padre, “su padre no lo reconoce y él tiene un cierto tipo de resentimiento contra esas élites de su tiempo, por eso es que ya en su juventud y época adulta, él empieza a asaltar, porque pasaba precisamente por la Hacienda de Peñuelas uno de los caminos reales de Tierra Adentro, no el Camino de la Plata, sino el camino de Tierra Adentro que unía principalmente a Zacatecas con la Ciudad de México, vía Aguascalientes-León. Entonces, dado que por ahí pasaba el Camino Real, él se dedica a asaltar las diferentes caravanas que van pasando por la zona, pero luego arma una gavilla, una horda de bandoleros que se dedican no solamente a asaltar las caravanas por los caminos reales, sino también las rancherías, las haciendas, las poblaciones, las comunidades, y es un famoso bandolero que asola toda la región del Bajío-Norte, de lo que es Santa María de los Lagos, hoy Lagos de Moreno, hasta lo que es el Mineral de Sierra de Pinos e incluso en las cercanías del Mineral de Zacatecas”.
Comentó que su fama en Aguascalientes la tiene por varios conceptos: primero porque era una famosísimo bandolero, asaltaba a los ricos para dárselo a la Iglesia, al estilo Jesús Arriaga, “Chucho el Roto”, pero a diferencia de éste, Chávez asaltaba para darle a la Iglesia, mientras que Chucho lo hacía para repartir a los pobres.
PARECÍA QUE SE LO TRAGABA LA TIERRA
El historiador comentó que después de hacer sus asaltos, lo perseguía la policía rural de su época, aproximadamente en los años de 1860: “la policía lo perseguía e iban encaminados, hechos la mocha tras él, pero de repente parecía que se lo tragaba la tierra, porque de repente desaparecía toda la gavilla. Después de estarlos viendo a la distancia, desaparecían y no los encontraban. Lo único que decían es que se metía a unos agujeros que eran la entrada a los diferentes túneles, pero la policía rural de la época y la seguridad de la época, nadie se atrevía a utilizar esos túneles; entonces, fue un famoso bandolero que usaba estos túneles, tanto que corren una serie de leyendas muy famosas en torno a Juan Chávez”.
Comentó que los hechos novelescos de Juan Chávez están narrados en uno de los libros de Rafael Correa, primo de Eduardo J. Correa, en donde refiere las correrías del famoso ladrón, quien se metía por las faldas del Cerro del Muerto a uno de esos túneles y se dice que en ese lugar ocultaba el botín de sus atracos, pero iba solo y nada más él sabía en qué parte de la red de túneles escondía su botín, y a todos les decía, con la esperanza de que algún día, cuando terminaran sus días de bandolerismo, iba a repartir todo lo que tenía guardado, y eso servía de argamasa para que la horda de bandoleros no se deshiciera, porque con la esperanza del reparto, seguirían unidos.
FUE GOBERNADOR DE AGUASCALIENTES
Recordó que después de que el entonces gobernador José María Chávez Alonso fuera apresado y fusilado en Zacatecas por los franceses, Chávez fue nombrado jefe político del Estado por los franceses, durante el Imperio de Maximiliano, pero cuando éste es apresado y fusilado en el Cerro de las Campanas, el bandolero deja el poder y regresa a sus correrías.
Dijo que de acuerdo a lo que se sabe, cuando Juan Chávez huía de la policía rural que llevaba tres días pisándole los talones, “pasan la Villita de La Encarnación que es ahora Encarnación de Díaz, y al llegar a las cercanías de San Sebastián del Álamo, antes de llegar a San Juan de los Lagos, toda la banda descansa al pie de un árbol y una de sus amantes, al ver dormido a Chávez, dice a los bandidos que ella sabe dónde están los tesoros escondidos en los túneles, entonces, pactan para desaparecer a Juan Chávez, a quien matan clavándole una estaca el corazón y así es como muere Juan Chávez, en 1869”.
Se dice que sí encontraron solamente una parte del botín, y se dice solamente, porque no hay constancia de ello, dijo el historiador, quien comentó que después de ello desaparecieron y jamás se volvió a saber de ellos.
Nuestro entrevistado dejó en el tintero más anécdotas de Chávez, como sus andanzas en la llamada “Casita del Pecado” o Palenque de La Primavera, propiedad de su medio hermano, en lo que ahora es el Colegio Portugal y por cuyos antiguos baños, justo en el que cerraba con llave el dueño, dice que el famoso bandolero entraba y salía, pues por ahí había otra famosa entrada a los túneles, también llamados Cuevas de Juan Chávez, en su honor.