México, 10 jul (EFE).- El abogado Juan Collado, encarcelado y sujeto a proceso por lavado de dinero y delincuencia organizada, es uno de los litigantes más famosos de México y conocido por sus vínculos con el grupo de poder político y económico calificado como la «mafia del poder» por el presidente Andrés Manuel López Obrador.
López Obrador suele afirmar frecuentemente que los miembros de la «mafia del poder», a la que le dedicó un libro en 2010, son los enemigos que se oponen a la transformación de México, y en la punta de ellos sitúa al expresidente Carlos Salinas de Gortari (1988-1994), cliente habitual de Collado desde hace años.
Este grupo, a quien el mandatario asocia principalmente con el Partido Revolucionario Institucional (PRI), comenzó con el gobierno del presidente Miguel de la Madrid (1982-1988) y se profundizó con Salinas cuando se privatizó la casi totalidad de empresas públicas, incluida Teléfonos de México (Telmex).
Salinas de Gortari, a quien López Obrador llama el «padre de la desigualdad» en México, viajó fuera del país en diciembre pasado tras la toma de posesión de López Obrador como presidente de México, de acuerdo con analistas políticos.
La firma legal de Collado, quien ha recibido ya prisión preventiva por seis meses mientras se termina la instrucción por parte de la Fiscalía, defendió a Raúl Salinas de Gortari, hermano del expresidente, de la acusación de asesinato del político José Francisco Ruiz Massieu cometido en septiembre de 1994.
Collado llevó la representación legal de Mario Ruiz Massieu (hermano de José Francisco), un exfiscal mexicano que se suicidó en Estados Unidos mientras estaba bajo arresto domiciliario, así como de Mario Villanueva, exgobernador del estado mexicano de Quintana Roo, sentenciado por narcotráfico.
Recientemente se hizo cargo de la representación del expresidente Enrique Peña Nieto (2012-2018) en el proceso de divorcio de su esposa Angélica Rivera, un proceso que colocó al letrado en el centro de la polémica y a sus clientes y amigos bajo la lupa pública.
Esta misma exposición fue una de las razones por las cuales el propio Peña Nieto decidió hace unas semanas irse a España con su nueva pareja para mantenerse lejos de la polémica y a la espera de que se enfríen los señalamientos que se le hacen, ya que legalmente no se le persigue.
Renato Ravelo, analista y columnista, dijo a la cadena Radio Centro que Collado es un abogado que «siempre ha representado a personajes que han protagonizado la historia negra del país».
La influencia y los amigos que tiene este abogado quedaron expuestos en mayo pasado durante la boda de una de sus hijas, que trascendió en las redes sociales por tener en la mesa a Peña Nieto, al líder sindical petrolero Carlos Romero Deschamps y al artista español Julio Iglesias, quien le cantaba a la novia.
Las acusaciones que llevaron a Collado a prisión se iniciaron hace ya varios años aunque nunca trascendieron hasta la llegada al poder de López Obrador, del Movimiento Regeneración Nacional (Morena), y de la renovación de la Fiscalía que retomó las investigaciones sobre un presunto lavado de dinero por más de 156 millones de pesos (8,2 millones de dólares).
La investigación señala que el terreno en cuestión fue comprado mediante la Caja Libertad, una especie de banca de segundo nivel que opera en el estado de Querétaro, de la que supuestamente es dueño Collado.
No obstante, los nombres de Salinas de Gortari y de Peña Nieto salieron a relucir en el caso contra Collado, al ser señalados como los verdaderos propietarios de Caja Libertad por el empresario Sergio Hugo Bustamante, cuya denuncia derivó en la detención del letrado.
Caja Libertad es una sociedad financiera popular autorizada por la Comisión Nacional de Valores en diciembre de 2008.