San Diego (California), 28 oct (EFEUSA).- Un juez federal en San Diego (California) halló este lunes no culpables a cuatro de los activistas detenidos hace casi un año durante una manifestación en apoyo a los migrantes solicitantes de asilo en la zona fronteriza con Tijuana (México).
Los activistas -dos líderes religiosos y dos excombatientes de guerra- enfrentaban acusaciones por parte de los fiscales de desobediencia a la autoridad por incumplir las órdenes de los oficiales que trataron de poner fin a la protesta.
Sin embargo, el magistrado, Michael Berg, consideró que los fiscales no aportaron suficientes pruebas para incriminarles.
Los acusados este lunes eran las excombatientes Wendy Barranco y Brittany DeBarros y los religiosos Jorge Bautista y Rae Abileah, que el pasado 10 de diciembre de 2018 participaron en una marcha de más de 400 personas, de las que una treintena fueron detenidas.
La mayoría de los detenidos accedieron a declararse culpables a cambio de una multa de 150 dólares y 10 horas de trabajo comunitario, pero Barranco, DeBarros, Bautista y Abileah optaron por disputar el caso, según explicó el periódico local The San Diego Union-Tribune.
Durante el juicio, al mostrar fotos e imágenes del evento en el desarrollo de la audiencia, no se pudo comprobar que los acusados hubiesen intentado atacar a las autoridades tal y como defendían los fiscales.
Tras casi cuatro horas de audiencia, el juez federal determinó que los agentes no pudieron identificar plenamente a los acusados, por lo que no había pruebas sólidas en su contra.
El activista Pedro Ríos, director en San Diego del Comité de Servicios Amigos Americanos (AFSC), del que forma parte Abileah, señaló que la decisión del juez legitima los actos de protesta en la frontera ante los intentos de criminalizarlos del Gobierno federal.
«Los oficiales iban preparados con gases lacrimógenos, macanas, diferentes tipos de pistolas; en contraste con los activistas que se arrodillaron con las manos muy visibles y que en ningún momento hubo un intento de agredir a los agentes federales», agregó.
Por su parte, Wendy Barranco, excombatiente de la guerra de Irak, dijo a Efe después de la audiencia que lo que ella enfrentaba en este juicio era «un riesgo calculado y chiquito comparado con las violaciones de derechos humanos» y los «peligros» que enfrentan los inmigrantes.
«Este juicio no iba sobre ninguno de nosotros cuatro, sino sobre la gente que está buscando sobrevivir y que se está enfrentando con una militarización en la frontera que no debería existir», señaló.