Ciudad Juárez (México), 2 sep (EFE).- Una jueza mexicana dictó este lunes prisión preventiva al cubano Osvel Nápoles Robaina, como presunto asesino de su compatriota Osmani Baldemira, ocurrido el pasado 19 de julio en Ciudad Juárez, frontera de México con Estados Unidos.
Al ser presentado este día en una audiencia de imputación tras ser detenido este domingo, la jueza determinó que el acusado tenga una audiencia de vinculación a proceso penal este viernes 6 de septiembre.
Nápoles, de 37 años de edad, se presentó ante la jueza tranquilo y siempre como víctima del ahora asesinado.
«Yo soy de Camagüey y los de Holguín son burgueses, yo soy negro y él era blanco, no me respetaban», argumentó en una sala en presencia de un abogado de oficio.
De tez oscura clara, al igual que uno de sus tres compañeros del cuarto que compartía y que es de Holguín como el asesinado, admitió que acuchilló a Baldemira Pavón en defensa propia por el racismo que sufría.
«No quiero saber nada de estos cubanos», fueron sus últimas palabras antes de herir de muerte a Baldemira, que falleció desangrado el 19 de julio.
El presunto asesino conoció a su víctima en Costa Rica cuando se había quedado sin dinero y Osamani le ofreció ayudarlo a llegar hasta la última frontera de su sueño estadounidense, según afirman testigos.
Nápoles Robaina huyó en chancletas, sin sus identificaciones ni dinero. Se refugió en la casa de un hombre mexicano de la tercera edad que le procuró ayuda y trabajo, sin saber que estaba cobijando a un asesino. En las afueras de la casa, fue detenido por los agentes investigadores de la Policía Estatal.
El asesinato de Osmani, un hombre «bueno, trabajador y tranquilo» como lo definen varios vecinos y conocidos mexicanos, conmocionó a la comunidad de miles de migrantes cubanos que esperan en México su turno para cruzar ordenadamente hacia Estados Unidos.
La detención de Nápoles Robaina supuso para muchos de ellos una buena noticia por la situación límite en la que se encuentran siendo perseguidos por las autoridades migratorias mexicanas y por los delincuentes que han encontrado en ellos un suculento botín.
«No me va a devolver a mi esposo vivo, pero quiero justicia», afirmó a Efe Kenia Beatriz Trujillo, viuda de Osmani, que reside en Velasco, Holguín.
El pasado miércoles, Baldemira Pavón fue enterrado en Cuba, al mes y medio de haber sido asesinado.
La familia, que había invertido 5.000 dólares en su travesía hacia Miami, carecía de recursos económicos.
La Fiscalía General de Justicia en Ciudad Juárez asumió todos los gastos de retornarlo, ante la falta de cooperación de las autoridades cubanas.