Nueva York, 24 dic (EFE News).- El cofundador y exconsejero delegado de Uber, Travis Kalanick, se desvinculará de la empresa antes de fin de año con su retirada el próximo 31 de diciembre del puesto que ocupaba en la junta directiva y después de haber vendido todas sus acciones.
En un comunicado, Uber señaló este martes que Kalanick deja la compañía para «centrarse en sus nuevos negocios y misiones filantrópicas» en un momento en el que el empresario está lanzando CloudKitchens, que se dedica al alquiler de profesionales de la hostelería para negocios de entrega a domicilio.
Además, un portavoz apuntó que Kalanick, uno de los creadores de la empresa hace 10 años, ha completado la venta de todas sus acciones, y aunque se desconoce el valor total, los últimos documentos públicos presentados por Uber apuntan que podría ser de unos 2.500 millones de dólares, señalan medios especializados.
«Uber ha sido parte de mi vida los últimos 10 años», dijo Kalanick en el comunicado. «Con el cierre de la década y la compañía saliendo a bolsa, este parece ser el momento adecuado para centrarme en mi actual negocio», agregó.
Uber no especificó quién ocuparía el lugar del cofundador, aunque afirmaron que cuentan con «potentes candidatos que se presentarán en el momento adecuado».
El antiguo jefe de Uber comenzó a deshacerse de los títulos a comienzos de noviembre, poco después de que pasaran seis meses desde la salida a Bolsa de la empresa, un periodo en el que él y otros inversores iniciales no tenían permitido vender acciones en el mercado.
Kalanick dimitió como consejero delegado en 2017 tras ser demandado por fraude y verse salpicado por acusaciones de acoso sexual y discriminación dentro de Uber.
La compañía empezó a cotizar en Bolsa el pasado mes de mayo, en una de las ofertas públicas de acciones más grandes de la historia de la industria tecnológica.
Desde entonces, sus títulos han perdido un 30 % de su valor, con la empresa incapaz de responder a las expectativas de los inversores.
Los problemas de Uber reflejan en buena media la preocupación del mercado por su incapacidad para generar beneficios y las batallas que tiene con varios reguladores.
En el último trimestre, la tecnológica tuvo unas pérdidas de unos 1.200 millones de dólares, aunque superó las previsiones de los expertos.