CIUDAD DE MÉXICO, marzo 31 (EL UNIVERSAL).- A dos semanas de que Melissa Galindo acusara a Kalimba por abuso sexual, el cantante confesó en una entrevista que, desde hace un tiempo, fue diagnosticado con bipolaridad de segundo grado, condición que padece desde hace 25 años y que ya está tratándose; sin embargo, explicó la forma en que vive su enfermedad, pues asegura que se diferencia hondamente a los prejuicios que de ella se han hecho.
El músico de 40 años se convirtió en el más reciente invitado de Luisito Rey en su canal de YouTube, y aunque Kalimba y el youtuber hablaron de diversos temas, lo que más llamó la atención fue cuando el artista mexicano se sinceró y contó que había sido diagnosticado con trastorno bipolar a 25 años de que comenzó a padecerla, situación que ya está tratando clínicamente desde hace un año.
«Soy bipolar diagnosticado», dijo el cantante. Luisito le cuestionó: «-¿En serio?» y Kalimba reiteró: «-Sí… tengo bipolaridad en segundo grado».
De acuerdo con la National Institutes of Health (NIH), la bipolaridad tipo II es una versión menos grave de este trastorno en el estado de ánimo, por lo cual puede desencadenar episodios depresivos del tipo hipomaníacos; sin embargo, fue el intérprete de «Tocando fondo» quien explicó a Rey la forma en que se manifiesta esa enfermedad la que aseguró que es concebida desde una perspectiva equívoca.
«Ser bipolar no es que, de repente, estás de buenas y, de repente, de malas, ni cerca», aclaró.
En cambio, el exintegrante de OV7 señala que quien la padece vive sus emociones de forma «disparatada», extralimitando la experiencia de cada uno de sus sentimientos, en comparación de las personas que no la padecen, ya que no conocen la felicidad sino que experimentan es una clase de euforia.
En su caso personal, Kalimba contó que vivía los momentos de dicha con gran euforia, de la misma manera que vivía sus tristezas en una profunda depresión.
«Eufórico, literalmente, en de estar feliz, yo estaba eufórico, todo era maravilloso, espectacular», lo que motivaba al músico a cuestionarse el por qué las otras personas no vivían la felicidad de la forma en que él lo hacía. «¿Cómo los demás no pueden ver lo increíble que es esto? (Y) en vez de estar triste, estaba deprimido», situación que variaba -explicó- sus cambios neuronales.