México, 19 ago (EFE News).- Los demócratas nominan este miércoles a Kamala Harris a la Vicepresidencia de Estados Unidos, una candidata histórica que puede aliviar la tensión migratoria con México, pero que aumentaría la presión comercial y ambiental tras oponerse al nuevo acuerdo del T-MEC.
Expertas consultadas por Efe destacan la trascendencia de la candidatura de Harris, la primera mujer negra en contender por el cargo, pero advierten de nuevos retos en la relación de México con Washington, incluso si el demócrata Joe Biden vence a Donald Trump el 3 de noviembre.
«No creo que por el hecho de ser demócrata, ser de California y ser mujer, vaya a ser una buena amiga de México, tenemos que entender que ella, si llega a vicepresidenta, está para defender los intereses de Estados Unidos y nada más», dice Gabriela de la Paz, profesora de estudios norteamericanos de la universidad Tec de Monterrey.
Harris, de 55 años, es senadora de California e hija de un inmigrante de Jamaica y una de India, por lo que es sensible a la situación de los migrantes y a la importancia de México, apunta De la Paz.
Pero la exfiscal fue la única senadora fronteriza en votar contra el nuevo Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) al argumentar «preocupaciones ambientales», un aspecto que podría presionar al Gobierno de Andrés Manuel López Obrador y su política energética.
«Puede darle más importancia cuando haya alguna queja relacionada con el medio ambiente para que luego digan ‘México no está cumpliendo su parte y tiene que hacer esto’ porque finalmente ellos aprovechan cualquier cosa para incrementar su posición en la mesa de negociaciones», observa la profesora.
ALIVIO MIGRATORIO
A diferencia del comercio, la candidatura de Harris es «una muy buena noticia» para el aspecto migratorio, afirma Brenda Estefan, analista internacional que trabajó en la Embajada de México en Washington.
«Ha sido muy consistente en la defensa de los derechos de los inmigrantes y fue una de las senadoras más abiertas en la defensa de los inmigrantes, sobre todo de cara a las decisiones absurdas que ha tomado la Administración Trump», menciona Estefan.
La experta afirma que la legisladora Harris ha sido una las demócratas más críticas con el muro fronterizo, el encierro de niños migrantes en jaulas y la política de «Remain in Mexico» (Permanecer en México), que exige a solicitantes de asilo esperar su proceso en este país.
«Tiene una carta dirigida a la Casa Blanca donde pide que se acabe con esta política y dice: ‘esto no ayuda en nada a la problemática, estamos pasándole a México un problema, estamos causando una crisis humanitaria’. Tiene consciencia del problema», señala Estefan.
La abogada también ha cuestionado el rol del Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE), de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de los Estados Unidos (CBP) y el Departamento de Seguridad Nacional (DHS).
«Es importante porque hemos tenido a lo largo de la relación México-Estados Unidos en materia migratoria muchos problemas con el actuar de estas agencias, particularmente en la zona fronteriza, y muchas veces un uso excesivo de la fuerza», apunta la internacionalista.
UNA RECONSTRUCCIÓN
Aunque se cree que a nivel electoral no influye, la Vicepresidencia estadounidense es cada vez más relevante por su rol internacional, indica Estefanía Cruz, académica del Centro de Investigaciones sobre América del Norte (Cisan) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
Además, agrega Cruz, en este caso la candidatura de Harris es significativa por reflejar la creciente influencia de las mujeres y minorías raciales, y porque Biden tendría 78 años si asume la Presidencia.
«Lo primero que van a hacer Joe Biden y Kamala Harris al llegar a la Casa Blanca es hacerle frente a la crisis del coronavirus, económica y de salud, pero lo segundo es reconstruir todo el tablero internacional que Donald Trump deshizo», enfatiza la investigadora.
La profesora percibe que ella será un personaje «crucial para reconstruir la relación con México» con una apuesta al multilateralismo que incluso lleve a la renovación de organismos como la Organización de los Estados Americanos (OEA).
Por su experiencia, Harris refrescaría la agenda en temas de ciberseguridad, narcotráfico y contrabando de armas.
«Uno de sus aliados más importantes históricamente, y que además ha sido muy dañada la relación con la presencia de Trump, es México, entonces vamos a ver muchísimo activismo para reconstruir la relación con México», afirma Cruz.
Pero la profesora Gabriela de la Paz pide cautela al recordar que los estadounidenses «no tienen amigos, tienen intereses».