Madrid, 3 mar (EFE).- Kylie y Kendall Jenner forman un tándem indestructible. Las hermanas son cómplices, mujeres creativas y con energía para emprender proyectos siempre vinculados al mundo de la moda.
Todo lo que tocan se convierte en oro y sus cuentas de Instagram demuestran que el número de seguidores no para de crecer. Su vestuario, sus poses y todos los productos que se ven en las imágenes que comparten se agotan en cuestión de segundos, se convierten en objeto de deseo.
Las firmas lo saben y conocen también su pasión por el diseño. La alemana Deichmann decidió en 2019 aprovechar su tirón para fichar a las dos hermanas y crear una línea de bolsos bajo su marca Kendall+Kylie. Ahora la pareja lanza su segunda colección con piezas que se adaptan a cualquier estilo y momento del día.
Riñoneras, mochilas, micro-bolsos y maxi-bolsos se presentan en tonos veraniegos como el blanco, fucsia o pistacho. No falta el estampado animal o los diseños metalizados en plata. Piezas «casual» que se pueden combinar con «looks» deportivos y ropa informal.
Pero no es lo único que diseñan ambas hermanas. Hace tres años lanzaron una línea de lencería en colaboración con la firma de moda Topshop. Un proyecto que ahora podría darles algún quebradero de cabeza, pues han sido demandadas por una marca alemana que asegura que ambas se apropiaron de su encaje para utilizarlo en algunos de sus diseños. Una queja que podría terminar en los tribunales.
A sus 24 años, Kendall Jenner, hermana del clan Kardashian, es la modelo mejor pagada del mundo y ya tiene registrado su nombre como marca de belleza en Estados Unidos.
Su hermana pequeña Kylie es la persona millonaria más joven del mundo según la revista Forbes, que le calcula una fortuna de 1000 millones de dólares (unos 899 millones de euros) resultante, en buena parte, de su compañía de maquillaje Kylie Cosmetics.
Antes ostentaba ese récord el fundador de Facebook, Mark Zuckerberg, que tenía 23 años cuando lo logró.
Kylie saltó a la fama cuando era adolescente con el programa de telerrealidad «Keeping Up With The Kardashians» y comenzó su carrera emprendedora en 2015 vendiendo pintalabios a 29 dólares (26 euros).
La más joven del «klan» es madre de una niña de dos años Stormi fruto de su relación con el rapero Travis Scott. Una relación con altibajos que rompieron hace dos años y que ahora podría tener una segunda oportunidad.