México, 23 oct (EFE).- La activista de derechos humanos y defensora de los desaparecidos por cuatro décadas, Rosario Ibarra de Piedra, recibió este miércoles la medalla Belisario Domínguez, el mayor reconocimiento civil de este país.
Ibarra de Piedra, de 92 años, no asistió a la ceremonia debido a complicaciones de salud, pero en su nombre, su hija Claudia leyó su discurso de recepción en el que se dirigió al presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, presente en la ceremonia.
Al recibir el galardón en nombre de su madre, Claudia pidió a López Obrador custodiar la medalla y devolvérsela con la «verdad sobre el paradero de los desaparecidos» en México.
«Querido y respetado amigo, no permitas que la violencia y la perversidad de los gobiernos anteriores siga acechando y actuando desde las tinieblas de la impunidad y la ignominia, no quiero que mi lucha quede inconclusa», dijo la galardonada en voz de su hija .
«Es por eso que dejo en tus manos la custodia, tan preciado reconocimiento y te pido que me la devuelvas junto con la verdad sobre el paradero de nuestros queridos y añorados hijos y familiares, y con la certeza de que la justicia anhelada por fin los ha cubierto con su velo protector», añadió.
La activista agregó que mientras la vida se lo permita «seguiré en mi empeño hasta encontrarlo (a su hijo)» y finalizó con el grito que ha identificado a los estudiantes desaparecidos de Ayotzinapa: «Vivos los llevaron, vivos los queremos!».
Ibarra de Piedra fue la sexta mujer que reciba la más alta distinción civil otorgada por el Senado desde la instauración de este reconocimiento en el año 1954.
La primera medalla Belisario Domínguez concedida a una mujer fue en 1954, en su primera entrega, a Rosaura Zapata y la más reciente fue a la bióloga Julia Carabias en 2017.
En el 2018, el premio recayó en el periodista mexicano Carlos Payán.
Dos veces candidata a la presidencia de México, en 1982 y 1988, Rosario Ibarra fue madre de Jesús Piedra, miembro de la Liga Comunista 23 de Septiembre, un grupo armado clandestino, y quien fue capturado y desaparecido por la Dirección Federal de Seguridad en la década de 1970.
En su lucha por localizar a su hijo, se unió a otras mujeres con familiares desaparecidos, en 1977 fue fundadora del Comité Eureka en defensa de los desaparecidos, perseguidos y exiliados en México.
Ibarra también fue senadora en 2006 por el izquierdista Partido de la Revolución Democrática (PRD).
En julio del 2019 la Cámara de Diputados le concedió la Medalla al Mérito Cívico «Eduardo Neri y Legisladores de 1913» que se otorga cada año a ciudadanos que se hayan distinguido sirviendo a la colectividad, a la República y a la humanidad, destacando por sus hechos cívicos, políticos o legislativos.
Además, junto con López Obrador, protagonizó distintas luchas sociales en diversos lugares del país, como el alzamiento zapatista de 1994, la exigencia de detener y esclarecer el asesinato de mujeres en Ciudad Juárez, y las matanzas de personas indígenas en Chiapas y Guerrero, durante el Gobierno del presidente Ernesto Zedillo (1994-2000)
Y ha sido candidata al Premio Nobel de la Paz en los años de 1986, 87, 89 y 2006.