La crisis sanitaria y económica provocada por la pandemia de Covid-19 está poniendo a prueba, como nunca antes, a los gobiernos de todo el mundo. Desde los más grandes y poderosos gobernantes, hasta los más pequeños y humildes, están todos abocados en su resolución. Se trata de un fenómeno nunca antes visto en la historia de la humanidad, que lo mismo preocupa y alarma a los presidentes de Estados Unidos y de China, que a los alcaldes de Tepezalá y El Llano, por poner sólo un ejemplo. Cada gobernante de cada pueblo, de cada ciudad, de cada estado o región y de cada país, ha ido tomando las decisiones que ha creído correctas para que el impacto sobre la salud y la economía de sus gobernados sea el menor. Aunque hay excepciones de irresponsables que han querido ignorar el virus.
Aquí en México el presidente optó por una estrategia de confinamiento parcial y relajado y un plan para salvar la economía muy heterodoxo que a pocos ha dejado satisfechos. En Aguascalientes, el gobernador siguió la instrucción del confinamiento impuesta desde México y se dedicó a repartir varios miles de pesos a todo tipo de gente. Pero lo complicado para los gobiernos locales llegó hace algunos días cuando el gobierno federal decidió trasladar a los mandatarios la responsabilidad casi absoluta del manejo de la pandemia. El mensaje fue muy claro: una vez que llegue el primero de junio, ya será responsabilidad de cada estado lo que se haga en el combate al virus.
Martín Orozco decidió, mucho más aceleradamente que cualquier otro gobernador, reactivar la economía desde el pasado fin de semana. Ayer, salvo por las escuelas que permanecen cerradas, las calles de Aguascalientes lucieron ya como cualquier otro día antes del virus. ¿Tomó MOS la decisión acertada? Yo creo que ni él lo sabe todavía. Si en diez o quince días el número de contagios, hospitalizados y muertos no aumenta drásticamente, como muchos temen, habrá acertado. De lo contrario, habrá cometido un fuerte error que no sé cómo podría enmendar. Lo que hizo fue una apuesta, y en las apuestas se gana o se pierde.