CIUDAD DE MÉXICO, octubre 7 (EL UNIVERSAL).-
El futbol italiano fue testigo este sábado de un hecho poco común, al ver a uno de los jugadores de campo tomar la portería tras la expulsión del guardameta.
Todo ocurrió en el compromiso entre el Genoa y el AC Milan en actividad de la Jornada 8 de la Serie A, que después de noventa minutos terminó (0-1) para los visitantes tras la anotación de Christian Pulisic.
Compromiso que en la recta final vio la expulsión del guardameta rossoneri Mike Maignan al 90+8′, dejando a su equipo con diez y sin la posibilidad de realizar modificaciones.
Momento en el que Olivier Giroud, atacante francés tomó los guantes de portero y se colocó en la portería de su equipo, incluso realizando una atajada vital.
El delantero, que vestía la camiseta de su compañero expulsado salió sin temor en la última jugada para dejar sin oportunidad al rival y con ello evitar el empate, acción que recibió el reconocimiento de los fanáticos y sus compañeros.