Ya sólo muy pocos, los más sensatos, se levantan de mañana y piensan que lo que viene es otro día para cuidarse, evitar los lugares confinados, las multitudes, usar cubrebocas, lavarse las manos con frecuencia y todo lo que es necesario para volver a casa libre de contagios, pues el resto viven ya su vida como si esto de la pandemia fuera una cosa que soñamos en una mala noche o un asunto superado.
Relatan los que acuden a bares, que en estos eso de las medidas de protección o los aforos limitados es una broma y que los elementos de la Guardia Sanitaria no son sino un mito genial, tanto que hasta los asaltantes se están dando gusto, desde hace unos días, en las muchas y abarrotadas cantinas del norte citadino, porque a los rateros también les urgía esta llamada ‘nueva normalidad’, pues la ausencia de personas en estos negocios los dejaban sin víctimas.
Incluso hay algún diario que decidió unirse al corro de los irresponsables y ya no incluir en sus titulares, seguro para no entrar en la categoría de ‘zopilotes’, nada que tenga que ver con la pandemia, que para algunos está tan lejana en el horizonte como, digamos, la Segunda Guerra Mundial o la erupción del Krakatoa de hace 140 años, lo que no ayuda para que los inconscientes, que son ya legión, se enteren de que siguen jugándose la salud y la vida, y la de los suyos, haciendo como si no pasara nada.
Esto cuando seguramente estamos a unas pocas horas de superar el medio millón de infectados en el país, y sabiendo que esta cifra es una estimación que se queda corta, que ya superamos los 55 mil decesos conocidos por Covid-19 y que aquí en Aguascalientes ya superamos la nada despreciable suma de los 6 mil contagios registrados.
En este contexto, tranquilizados porque el nuevo zar anti pandemia, Marcelo Ebrard, ya anunció que no se confía en la misteriosa vacuna que los rusos dicen tener y que los laboratorios AstraZeneca han decidido producir en nuestro país una parte de la vacuna que desarrollaron junto con la Universidad de Oxford y que, muy probablemente, en el primer trimestre del siguiente año, que no es pronto lamentablemente, estarían aplicando millones de dosis a los mexicanos, de manera ‘universal y gratuita’.
Ya luego del pinchazo correspondiente, y nunca antes de eso, podremos tratar de retornar sin riesgo alguno a nuestros hábitos anteriores, entendiendo que llevamos apenas cinco meses metidos en esta crisis sanitaria y que para que llegue la vacuna salvadora faltan, en el mejor de los escenarios otros siete meses, en los cuales lo que va a pasar, sin que tengamos que ser adivinos para afirmarlo, es que seguirán aumentando los contagios y los decesos, que según proyecciones se triplicarán de aquí a finales de este año horrible.
Lo demás es seguir jugándole al valiente, lo que sería cosa de cada cual, si en esta actitud irresponsable no pusiéramos en riesgo a los demás.