El presidente del Colegio de Abogados de Aguascalientes, Salvador Farías Higareda, señaló que “el problema de la estatua de La Grandeza de Aguascalientes o la ‘Gilbertona’, es que no nos representa, ya que el escultor no representa realmente a la grandeza de Aguascalientes, ya que parece una china poblana”, además indicó tener la ligera sospecha de que la tenía guardada en una bodega y de ahí la sacó para vendérsela al primer incauto que encontró y poder recibir un recurso económico.
Señaló que la culpa no la tiene el escultor, sino que más bien el que la compra, ya que le ganó la ambición de llevarse unos pesos; lamentó que haya sido así, “algo sucedió en la mente del Ejecutivo al final del sexenio, ya que los abogados nos quejamos amargamente de que se hayan regalado notarías a diestra y siniestra a quienes no nos representan, si ni respetó la fe pública de los hidrocálidos, mucho menos la identidad”.
Aguascalientes tuvo el primer lugar nacional de fiscalización, por lo que se obtuvo excesos de dinero, “tomaron el año de Hidalgo, sacaron créditos de la Sierra Fría para privatizarlo y ninguna de sus decisiones a final de sexenio fue buena”. En ese sentido, señaló que mejor lo hubiera invertido en la infraestructura del agua en Aguascalientes o en programas de apoyo a las mujeres en situación de violencia.
“Lo que parece es y parece un culto a la corrupción”, pues indicó que nunca antes hubo quejas de las demás esculturas colocadas, como los puentes peatonales o los pasos a desnivel, “el problema es que nos ponen a una dama poblana, que estaba ahí en el desperdicio y en la oscuridad y nos la presentan como hidrocálida, que no tiene nada que ver con los rasgos de la mujer de Aguascalientes”.
La primera corrupción es que no le des la identidad a la Entidad, “vamos encontrando esta falta de tino, ya que la estatua de La Grandeza de Aguascalientes solamente es un todo, que se parece a todo y a nada”. Cuestionó además el hecho de cómo se conseguirá la identidad de Aguascalientes con figuras que no nos representan.