Montevideo, 29 nov (EFE).- La facilitación de comercio «es un hito importante» para las relaciones entre países en Latinoamérica, según se desprende de las prácticas compartidas en Uruguay por expertos en la materia en la región.
Representantes de distintos países se reunieron hasta este viernes en Montevideo, donde tiene su sede la Asociación Latinoamericana de Integración (ALADI), para que los Comités Nacionales de Facilitación de Comercio intercambiasen sus experiencias y fomentasen buenas prácticas en el sector.
«La facilitación de comercio es un hito importante dentro del área internacional y más dentro del multilateralismo. Implica que los países se han comprometido a reducir barreras y trámites engorrosos y actuar con expedición para que el comercio fluya con más potencia y, en el fondo, disminuyéndose los tiempos también disminuyen los costos», explicó a Efe Álvaro Espinoza, subsecretario de Desarrollo del Espacio de Libre Comercio de la ALADI.
EL ACUERDO SOBRE FACILITACIÓN DEL COMERCIO
El Acuerdo sobre Facilitación del Comercio (AFC), suscrito en Ginebra en 2013 en la Organización Mundial del Comercio (OMC), es el marco para las operaciones en ese sentido y el seminario organizado esta semana en Uruguay buscaba coordinar la implementación de esa norma.
«Se trata que las personas responsables de aplicar este acuerdo se conozcan entre sus pares en los países y se genere la red y qué políticas somos capaces de implementar como región», señaló el funcionario chileno, quien agregó que el acuerdo empezó a regir «hace solo un par de años».
En este primer encuentro de responsables de los comités latinoamericanos participaron 11 de los miembros de la ALADI (Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Cuba, Ecuador, México, Paraguay, Perú y Uruguay), República Dominicana y cinco países de Centroamérica (Honduras, Guatemala, El Salvador, Costa Rica y Nicaragua).
Además de los representantes nacionales, acudieron organismos como la OMC, la Conferencia de Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD) o la Organización Mundial de Aduanas (OMA).
En opinión de Alejandro Gamboa-Alder, consejero de la OMC, «la «coordinación que se está dando entre todas las agencias que intervienen en la frontera» es «uno de los pilares fundamentales del acuerdo» porque facilita la «armonización de los procedimientos en los requisitos aduaneros para la importación, exportación y el tránsito de las mercancías».
COORDINACIÓN SECTOR PÚBLICO-PRIVADO
El funcionario resaltó que la facilitación del comercio depende tanto del sector público como del privado, si bien insistió en que la «estrecha coordinación» entre ambos es el elemento crucial en estas relaciones.
«Para poder hacer una gestión coordinada y coherente de esto se requiere de un elemento que es fundamental: una voluntad política. Sin voluntad política el comité nacional no sale adelante», señaló.
Acerca de la aplicación del acuerdo, el representante de la OMC indicó que los países serán «los que determinen en qué momento» van a implementarlo sin que exista «ninguna injerencia» por parte del organismo.
Por su parte, Pamela Ugaz, oficial de Asuntos Económicos para la UNCTAD, reconoció la importancia del primer encuentro en Latinoamérica por «poder compartir cuáles son los desafíos y también las fortalezas»
Ugaz explicó a Efe que la UNCTAD dispone de un programa de empoderamiento, que ayuda «a no dispersarse porque son muchas agencias las que coordinan» y así pueden enfocarse «en los problemas y cómo solucionarlos de una forma ordenada».
Sobre los progresos en la aplicación del acuerdo en cada país, la experta comentó que «la coordinación y la motivación de los miembros» es «muy fuerte», algo que todos destacaron como «factor que realmente los ha ayudado a alcanzar muchas reformas».
FINANCIACIÓN, PRINCIPAL DESAFÍO PARA LOS PAÍSES
El intercambio de experiencias entre los países participantes es fundamental en un foro de estas características y, de ese debate, se infiere que el principal desafío para el desarrollo del comercio en la región es la financiación.
Según explicó a Efe Camila Romero, experta del Ministerio de Relaciones Exteriores de Paraguay, «el principal desafío siempre es cuestión de financiación» y puso como ejemplo a su país, que carece de litoral, lo que «le agrega cierta dificultad extra para poder comerciar productos transfronterizamente».
Desde su experiencia en la Cancillería, que coordina el Comité Nacional de Facilitación de Comercio en Paraguay, mencionó que los «recursos humanos son limitados» y eso supone que «hay diferentes niveles de avance en cada situación».
Todos los representantes nacionales resaltaron la coordinación entre instituciones públicas y empresas privadas.
María Emilia Crespo, representante del Ministerio de Producción, Comercio Exterior, Inversiones y Pesca de Ecuador, apuntó a Efe que el Comité de Facilitación permitirá apuntalar esa conexión entre «las instituciones públicas que intervienen en frontera» y el sector privado.
Crespo resaltó que el intercambio entre los países de la región «es muy enriquecedor», ya que «se pueden interconectar intereses y solicitar un solo proyecto a la cooperación internacional», indicó sobre la presencia en estas reuniones de «donantes de diferentes organismos multilaterales que están involucrados».
El caso de la cooperación es muy evidente entre las naciones centroamericanas, ya que, como señaló a Efe Mynor Ernesto Alarcón Feng, representante del Ministerio de Economía de Guatemala, «la tradición integracionista» en esa región «tiene mucho tiempo, más de 60 años».
«Sin embargo, específicamente en proyectos de facilitación de comercio tenemos quizás unos diez años en los que a nivel bilateral en los países que comparten frontera se están desarrollando proyectos para facilitar el comercio», agregó y puso como ejemplo la relación Guatemala-Honduras.
«Uno de los frutos más importantes de este proceso con Honduras es que más de la mitad de las mercancías que se comercian bilateralmente gozan de un proceso de facilitación tan grande que se redujo el paso en frontera de 2 días a 15 minutos», detalló.
Concepción M. Moreno