Tijuana (México), 11 ene (EFE).- La familia despidió con una misa al chef español Antonio Felipe Díaz Zamora, asesinado de tres balazos el pasado domingo en la ciudad mexicana de Tijuana, en la frontera de México con Estados Unidos.
El oficio religioso ha tenido lugar en la parroquia del Carmen en Tijuana, la ciudad a la que el chef de Cartagena (España) llegó a vivir hace unos nueve años.
La parroquia estuvo llena de amigos y familiares, así como también acudieron algunos chefs de la localidad mexicana, y al finalizar una caravana fúnebre con más de 50 vehículos se dirigió al lugar del sepelio.
En un momento de la misa se pidieron aplausos para el chef y por último su esposa, Ariadna de Díaz, solicitó que recordaran en sus oraciones a toda su familia.
La familia viajó desde España para estar en todo momento con los hijos y esposa de Felipe Díaz.
Los funerales han tenido lugar este viernes en una capilla de la zona urbana de Tijuana y el cadáver ha sido enterrado en el cementerio Jardines de Santa Gema, en la misma ciudad.
El chef, de 43 años, fue asesinado de tres disparos por la espalda en un crimen que las autoridades consideran que puede tener su motivación en cuestiones personales, y el cuerpo fue localizado el pasado domingo.
Felipe Díaz Zamora llevaba varios años viviendo en Tijuana, donde además de su forma de preparar paellas también era conocido por sus facetas de actor, cantante y bailaor.
A la capilla ardiente acudieron familiares y amigos que conocían su trabajo como chef dedicado a preparar paellas y tapas en Tijuana, una ciudad de 1,6 millones de habitantes famosa por ser destino de miles de migrantes que pretenden cruzar a Estados Unidos.
El cuerpo del cocinero fue encontrado en la colonia (barrio) Colina de Solo. La Fiscalía apuntó que fue localizado boca arriba y presentaba lesiones de arma de fuego y estaba tirado sobre un camino vecinal de terracería.
La ciudad de Tijuana, frontera con Estados Unidos, es considerada una de las ciudades más violentas en México y en el mundo, fenómeno que se atribuye, en buena medida, al tráfico de drogas y de personas por parte de grupos criminales.