Pareciera que la Guardia Nacional está dando más abrazos que balazos, señaló Édgar Guerra Blanco, catedrático e investigador del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (CONACYT) adscrito al Programa de Política de Drogas, tras indicar que a partir del censo sobre Seguridad Pública, en contraste con 2021 las puestas a disposición de objetos se incrementó en 709.6, mientras que las puestas a disposición de personas disminuyeron 59.9% en el 2022.
En este sentido dijo que lo anterior es sumamente extraño y se presta para la especulación, además de que se debe comprender que el país se encuentra en la antesala de un proceso electoral nacional, es importante mantener un clima de cierta paz social; “quizá el más importante de este siglo XXI, en el que se elegirá Presidencia de la República, gobiernos estatales y municipales”.
El investigador indicó que se llega a pensar que quizá la estrategia de la Guardia Nacional sea no poner a dicha corporación en una situación de riesgo como enfrentamientos, violaciones de derechos humanos; por lo que podrían estar jugando en la retirada; “no detonar espirales de violencia”.
Informó que la inversión a la Guardia Nacional ha estado incrementando de manera importante a partir del 2020, pero se registra una reducción en los resultados de la misma.
Guerra Blanco manifestó que los elementos de esta corporación no están siendo eficaces en sus labor, ya que se está viendo una disminución en kilos de droga decomisada, personas puestas a disposición, un aumento en el número de homicidios; “no nos está diciendo nada acerca de resultados positivos”.
Y cuestionó la estrategia de la Guardia Nacional, ya que su modelo todavía no logra encontrar cuál es su verdadera función, puesto que existen las Fuerzas Armadas y la Marina, que realizan la persecución del narcotráfico.
Existen las policías estatales y municipales que hacen tareas de seguridad pública del orden común, por lo que la Guardia Nacional es una especie de institución flotante, donde a veces desempeñan algunas funciones u otras.
La GN ha sido blanco de una constante crítica y observación; “le falta muchísimo más trabajo para ser más eficiente y eficaz en sus funciones”, concluyó.