La inflación ahoga a hoteleros, y es que diversos insumos como el agua, la luz, combustibles, alimentos, entre otros, han incrementado sus costos hasta en un 35 por ciento en los últimos meses, indicó el tesorero de la Asociación de Hoteles y Moteles, Roberto Ramírez Chávez, quien no obstante, mencionó que dichos incrementos no se pueden paliar aumentando las tarifas, por lo que ha sido necesario hacer recortes de personal.
Al respecto, comentó que muy lejos se está todavía de poder alcanzar los niveles prepandémicos y de darse una recuperación al 100 por ciento en el sector, mucho menos con la inflación tan importante que se viene arrastrando, donde los insumos han repuntado entre un 30 y 35 por ciento.
Manifestó que el gran reto actualmente para los hoteleros es “poderle dar batalla a la inflación, porque los costos han subido muchísimo, la luz, diésel, calderas, el agua, el mandadito para el restaurante, todo ha subido entre un 30, 35 por ciento en lo que va del año, eso sí nos pega directo a la operación”.
Esta complicada situación “afecta al empresario porque tiene que hacer recortes de personal o pedirles días solidarios y por otro lado afecta al staff porque cada vez que van al mandado ven que todo está más caro. La inflación pega parejo a todo mundo, el gran reto para la cuestión hotelera va a ser soportar el golpe fuerte de la inflación, el Gobierno dice que es del 8 por ciento, pero real es del 25, 30 por ciento”.
Lamentablemente no se puede paliar esta situación con un incremento en las tarifas, ya que de lo contrario los hoteleros se saldrían del mercado y ya no serían rentables, “es una situación bien estresante, porque tus tarifas se van quedando, porque no las puedes subir al mismo ritmo de la inflación, es muy sensible esa cuestión. Las tarifas de este año en relación con 2019 subieron 12 por ciento”.