Toronto (Canadá), 10 jun (EFE).- Las inversiones en energías renovables, sin contar las realizadas en proyectos hidroeléctricos, sumaron 282.200 millones de dólares en 2019, un 1 % más que en el año anterior, según el informe anual del Programa de la ONU para el Medio Ambiente (UNEP) que también destaca que el pasado año se añadieron 184 GW de capacidad eléctrica limpia.
El informe «Global Trends in Renevable Energy Investment 2020», dado a conocer este miércoles y en el que también han participado Frankfurt School y BloombergNEF, confirma que los compromisos existentes de inversiones en energía renovables de aquí al año 2030 suman alrededor de 1 billón de dólares y crearán 826 GW de capacidad de generación.
Un gigavatio (GW) es similar a la capacidad de un reactor de energía nuclear.
Pero para poder cumplir con los compromisos del Acuerdo de París y limitar el aumento de las temperaturas globales a 2 grados centígrados, los autores del informe señalan que de aquí a 2030 se necesitaría añadir 3.000 GW de energía.
Ulf Moslener, profesor en financiación de energía sustentable de Frankfurt School y uno de los autores del informe, declaró a Efe que a pesar de los grandes recursos comprometidos en proyectos de energías renovables para la próxima década, la cifra es muy inferior a lo conseguido durante los pasados 10 años, cuando se comprometieron 2,7 billones de dólares.
«Muchos países han estado ofreciendo objetivos de inversiones en renovables para los próximos 10 años. Las cifras nos muestran que esos compromisos suman alrededor de 1 billón de dólares. Pero es menos ambicioso de lo conseguido en la anterior década y muy inferior a lo necesario para los Acuerdos de París», explicó Moslener.
Pero el informe también constata que el costo de la instalación de energía renovable ha caído a su nivel más bajo, por lo que con la misma inversión se podrá crear más capacidad generadora: con prácticamente la misma inversión en 2018 y 2019, el año pasado se instaló un 12 % más capacidad generadora.
Moslener señaló que el hecho que las inversiones en renovables se hayan situado en el mismo nivel en 2018 y 2019 no tiene que significar que el sector haya alcanzado su techo máximo.
«Puede ser fruto de dos efectos que se solapan el uno al otro. Uno es el continuado descenso de los costes, particularmente en eólica y solar. Y lo segundo es que la inversión no está condicionada por el volumen de dinero disponible, sino por las capacidad necesitadas en los sistemas de todo el mundo», explicó.
Con todos los costos contabilizados, el de la electricidad eólica y solar siguió en descenso gracias a las mejoras tecnológicas, economías de escala y competencia en las subastas de proyectos. De hecho, el costo de la electricidad generada por las nuevas plantas fotovoltaicas en la segunda mitad de 2019 fue un 83 % inferior al de la década anterior.
Estas reducciones están permitiendo lo que Moslener calificó como «un cambio estructural a toda máquina» ya que, según los datos, en 2019 «casi el 80 % de lo que está siendo añadido en términos de capacidad está basado en renovables. Y eso sin contar los grandes proyectos hidroeléctricos».
«Aunque en la capacidad de generación que actualmente está en funcionamiento, la fracción de renovables es más pequeña en términos de inversiones, la mayor parte se está produciendo en renovables», añadió.
El informe destaca que en 2019, España invirtió en energías renovables «más que ningún otro país europeo, la primera vez que lo ha hecho», aunque estuvo cerca en 2007 y 2008.
En el país europeo se invirtieron 8.400 millones de dólares, un 25 % más que en 2018 y la cifra más alta allí desde 2011. Además, el costo por megavatio (MW) de la inversión que se está realizando en España es muy inferior al de la anterior década.
En 2019 se invirtieron 6.000 millones de dólares en energía fotovoltaica mientras que la eólica sumó los restantes 2.400 millones. Y los proyectos fotovoltaicos de menor costo en España están muy por debajo del millón de dólares por megavatio.
Respecto a Latinoamérica, el informe se muestra crítico con las políticas del Gobierno de Andrés Manuel López Obrador porque a pesar de que en 2019 se invirtieron 4.300 millones de dólares en renovables, «hubo incertidumbre sobre las políticas de energía» del presidente mexicano y «en 2019 no se produjeron nuevas subastas».
El año pasado, Brasil fue el país latinoamericano que más invirtió en renovables, con 6.500 millones de dólares, un 74 % más que en 2018, seguido por Chile, con 4.900 millones de dólares y un 302 % de aumento, y México.
Argentina fue el cuarto país, con 2.000 millones de dólares. pero fue el único de los cuatro principales de la región en el que la inversión cayó, un 18 %, con respecto a 2018.