Copenhague, 2 ago (EFE).- Un juzgado de Estocolmo ha dejado hoy viernes en libertad al rapero estadounidense A$AP Rocky, en prisión preventiva desde hace casi un mes por agresión en una pelea callejera, a la espera de emitir una sentencia dentro de doce días.
La decisión del tribunal no implica que el rapero y sus dos acompañantes, imputados por el mismo cargo, vayan a ser absueltos, pero apunta a que en caso de condena, sería condicional o una pena menor de cárcel.
El dictamen ha llegado después de una sesión maratoniana de diez horas en la tercera jornada de un juicio que ha tenido repercusión internacional, al haber intercedido por el rapero, cuyo nombre real es Rakim Mayers, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump.
El fiscal pidió para los acusados seis meses de prisión por agresión en grado normal con agravante de desconsideración, ser tres contra uno y usar como arma una botella, una pena que debe ser algo mayor para Mayers por haber tirado al suelo y pisado a la víctima.
La defensa del rapero, vestido con traje y no con ropa de prisión como en otras ocasiones, y sus acompañantes pidió su absolución y su puesta en libertad al considerar que el fiscal no pudo probar que actuaron de manera coordinada ni que lo agredieron con una botella.
El uso de la botella era uno de los elementos centrales de la acusación, pero las dos jóvenes que presenciaron la agresión y declararon hoy no pudieron asegurar que vieran a los acusados golpear con ella a la víctima, que sufrió cortes en los antebrazos, fractura de una costilla y moratones en la cara.
Mayers había declarado ayer que tiró a la víctima al suelo, le pisó un brazo y «lo empujó o le dio un puñetazo» para reducirlo después de sentirse amenazado y aseguró que quiso evitar el enfrentamiento y actuó en defensa propia.
«Está muy feliz, realmente feliz», dijo en rueda de prensa su abogado, Slobodan Jovicic, quien resaltó que la puesta en libertad no implica que haya sido absuelto y que ahora queda «una espera con nervios de dos semanas».
Jovicic no quiso revelar si su cliente abandonará Suecia antes de la sentencia, ni si reanudará su interrumpida gira, aunque aseguró que durante su estancia en prisión ha escrito varias canciones.
Trump señaló sin embargo en un tuit minutos después de conocerse el dictamen que Mayers regresará ya a Estados Unidos.
«Que se haya levantado la prisión preventiva significa que el tribunal cree que ya no hay motivo para que sigan en prisión. No voy a especular si van a ser absueltos o condenados», dijo en un comunicado el fiscal del caso, Daniel Suneson.
La pelea se produjo el 30 de junio en el centro de Estocolmo, dos días antes de su actuación en un festival en la capital sueca.
La detención de Mayers, arrestado al término del concierto y que pasó a prisión preventiva dos días después, desató una ola de solidaridad en las redes sociales a su favor, con mensajes de apoyo de estrellas como Kim Kardashian y Justin Bieber, a lo que siguió la intervención de Trump ante el primer ministro sueco, Stefan Lövfen.
El ejecutivo sueco ha recordado repetidamente que en el país rige el precepto de la independencia judicial y que, por tanto, ni se puede ni se va a intervenir en un proceso.
Trump subió a continuación el tono, acusó a Löfven de inoperancia a través de su cuenta en twitter y añadió que Suecia «ha dejado en la estacada a la comunidad afroamericana».
En el juicio, al que también acudió la madre del rapero, estuvo presente un enviado especial estadounidense en casos de rehenes.