México, 14 ene (EFE).- La infancia y la juventud en América Latina está harta de la realidad que vive y busca participar en el cambio de las estructuras sociales, en lugar de ser criminalizada, dijeron este martes expertos internacionales en derechos de la infancia y la adolescencia.
En la conferencia «Infancia y juventud frente a la crisis y el conflicto social en América Latina y el Caribe. Balance y perspectivas», tres especialistas explicaron como los conflictos sociales y crisis económicas en países de la región han afectado a los menores de edad.
«En las protestas, que han sucedido en todo el continente, los jóvenes han salido a protestar tienen un sentimiento de hartazgo, de rebelión y de cansancio; no se les escucha y no se les entiende en sus necesidades», expuso el español Jorge Cardona, exintegrante del Comité de los Derechos del Niño de Naciones Unidas (2010-2018).
Cardona, catedrático de Derecho Internacional Público de la Universidad de Valencia, dijo que los menores «observan que no cambia la realidad y ese es el principal problema, que esa realidad sigue siendo la misma».
Dijo que los Gobiernos y los políticos han intentado establecer causas para su participación «pero esa participación está muy lejos de ser conseguida y se intenta a través de mecanismos del siglo XX y la adolescencia y la juventud en América Latina vive en el siglo XXI, en las redes sociales y en sistemas de comunicación y participación diferentes».
Cardona apuntó que si se compara la situación de América Latina de hace 20 años con la actual se puede ver que la desigualdad desigualdad ha aumentado y las clases más desfavorecidas también han ido en aumento
Destacó como temas comunes la desigualdad social, la falta de acceso a oportunidades y la violencia.
El experto puso como ejemplo la existencia de cuerpos de policías represivos en varios países y no solo en Chile sino en toda América Latino los cuales siguen «persiguiendo y criminalizando a la juventud».
Además de las políticas públicas de mano dura y de criminalización de la adolsecsnecia las cuales se han extendido por toda el continente lo cual les genera «un sentimiento de frustración, porque esos jóvenes que no pueden cambiar esa situación.
Cardona dijo que en los países existe una necesidad de cambiar las políticas neoliberales «y también cambiar la estructuras sociales y ahí es donde la juventud necesita causes para participar en ese cambio».
Expresó que si ese cambio no se da, «la fractura social que se va producir en la región es enorme como sucedió en la década de los años 80 por lo que «es el momento de reflexionar, abrir los causes y darse cuenta que con la participación de los jóvenes se puede cambiar la sociedad».
En su intervención, la ecuatoriana Sara Oviedo, vicepresidenta del Comité sobre los Derechos del Niño de las Naciones Unidas (2013 – 2017), dijo que los niños y los jóvenes latinoamericano no solo son las víctimas de los procesos sino también «son protagonistas de los estallidos sociales», como en el caso de Chile donde «han cumplido un brutal actuación».
Dijo que la sociedad chilena ha reconocido a los estudiantes como los protagonistas y líderes del proceso porque eso «ha cambiado la valoración que tiene la sociedad respecto a los adolescentes y no solo como los que generan problemas».
En tanto, el argentino Norberto Liwski, vicepresidente del Comité de Derechos del Niño de Naciones Unidas (2003-2007), consideró que es importante revisarla la profundidad que implican las desigualdades en América Latina.
«Es la región más desigual del mundo en distintas esferas y tiene una particular forma de expresarse en la niñez y la adolescencia y la juventud junto con la pobreza», apuntó.
En México a diferencia del continente, el director de la Red por los Derechos de la Infancia en este país, Juan Martín Pérez, dijo a Efe que los niños y adolescentes no tiene demasiada participación política.
«Los niños y jóvenes son aislados de esa participación y existe esa noción de considerarlos como objetos de protección», apuntó.
Además, dijo que en México la detención de jóvenes, las autoridades creen que existe una asociación de edad con hechos criminales «un delito llamado portación de cara, ya que apuntan a una persona joven, pobre y claramente en una condición de exclusión y eso lo hace sospechoso».
La conferencia fue virtual y estuvo convocada por la Red por los Derechos de la Infancia en México (Redim).