Guadalajara (México), 14 ago (EFE).- La iglesia La Luz del Mundo realiza este viernes la Santa Cena, su festividad más importante, a distancia y sin su líder, Naasón Joaquín García, preso en Estados Unidos por delitos de abuso sexual y pornografía infantil.
Los miles de fieles que cada año llegan hasta la sede principal de esta iglesia en Guadalajara, en el oeste de México, esta vez presenciarán las ceremonias desde las pantallas de sus casas, debido a la pandemia, y con la ausencia del que llaman «el apóstol de Cristo», por segundo año consecutivo.
Fabián Acosta Rico, académico del Centro de Estudios en Religión y Sociedad, de la Universidad de Guadalajara, aseguró a Efe que la ausencia de Joaquín desde junio de 2019, cuando fue arrestado en California, Estados Unidos (EE. UU), ha sido un duro golpe para una comunidad religiosa que elevó su figura «más allá de la palabra de Dios».
«En esta iglesia la Biblia es importante, pero es más importante la palabra del apóstol. Para ellos queda claro que él es el vehículo a través del cual Dios se comunica con la comunidad, la palabra de Naasón es sacralizada al grado de que se considera palabra de Dios», explicó.
FIGURA OMNIPRESENTE
La figura y la imagen del líder caído en desgracia sigue presente en las casas, las calles y los templos dentro y fuera de la Hermosa Provincia, la colonia (barrio) que es el epicentro de las decisiones y actividades de La Luz del Mundo.
Un sector disidente se ha manifestado a favor de la destitución de Naasón Joaquín García, pero el grueso de la comunidad lo respalda, pese a la información referente a abusos sexuales, relaciones extramaritales con sus asistentes y producción de pornografía infantil, ayudado por algunos de sus colaboradores cercanos, entre otros delitos.
«La comunidad se ha mantenido fiel a su guía y lejos de acreditar todas las acusaciones que le han cernido al apóstol de Dios, su reacción natural ha sido demeritarlas y achacarlas a una especie de complot que se ha fraguado precisamente para golpear no solo al líder carismático sino a toda la comunidad», expresa Acosta Rico.
Naasón Joaquín enfrenta un juicio en una corte de Los Ángeles acusado de 36 cargos criminales por violación, actos lascivos contra un menor, extorsión y posesión de pornografía infantil, entre otros, que habrían sido cometidos entre junio de 2015 y junio de 2019.
El líder es también señalado por el Buró Federal de Investigaciones (FBI) de presunto abuso sexual de un menor de edad, identificado en los vídeos que fueron encontrados en los aparatos electrónicos decomisados en una de sus casas.
Nicolás Menchaca Tristán, subdirector del área de Comunicación y Relaciones Públicas de la organización religiosa, afirmó a Efe que los miembros de la iglesia no están ahora preocupados, sino que ponen su atención en su propia fe.
«Nuestro pensamiento no está tanto en el juicio que se desarrolla, sino que está en el sacrificio redentor de Jesucristo. No tenemos otra distracción, otro pensamiento sabemos que esta fiesta es solemne y que es en recuerdo de la muerte de Jesucristo», indicó.
ORACIONES VIRTUALES
Durante cinco días los fieles siguieron desde sus casas las oraciones y ceremonias que conforman la fiesta de la Santa Convocación, en la que se recuerda la pasión y muerte de Jesús y que fueron transmitidas desde diversos templos en México y Estados Unidos.
Este año la ceremonia de bautismos que se realiza con inmersiones en agua fue cancelada para evitar contagios, al igual que la caminata por la paz en la que comúnmente participan niños y jóvenes.
Este viernes desde la ciudad estadounidense de Phoenix, Arizona, ministros de la iglesia sustituirán a Joaquín García y llevarán a cabo la Santa Cena en el templo más reciente de la congregación que será transmitida por sus medios de comunicación a 54 países.
Menchaca Tristán, quien también se desempeña como pastor de la organización, señaló que estas actividades «son atípicas pero no menos solemnes y espirituales» y llevarlas a cabo de esta manera es una prueba para toda la comunidad.
«La presencia del pastor de Cristo siempre es necesaria pero no ha afectado la fe de la iglesia. Por el contrario, nos ha unido y ha hecho que la celebremos. La palabra de Dios dice que la Pascua, símil de la Santa Cena, se celebraba con hierbas amargas; consideramos que esta prueba temporal por la que pasamos es un sufrimiento que debemos llevar», concluyó.