Los 34 grados de temperatura con los que fue recibido el Inter Miami en su llegada a Monterrey, fueron un adelanto de la cálida bienvenida que tuvieron por parte de los cientos de aficionados que se acercaron al hotel Quinta Real en el municipio de San Pedro Garza García, en Nuevo León.
Por supuesto, aunque de los dos camiones escoltados por policías descendieron figuras como Luis Suárez, Jordi Alba y Sergio Busquets, los reflectores y la locura se desató cuando Lionel Messi apareció. Bajo cientos de gritos coreando su nombre y el famoso cántico ‘Olé, olé, olé olé, Messi, Messi’, el argentino campeón del mundo en Qatar provocó una emoción y una aceleración del ritmo cardiaco en los aficionados como nunca antes lo habían experimentado.
Su gran ídolo, el que consideran el mejor futbolista de todos los tiempos, llegó a su ciudad.
La «Messimanía» no conoce de colores ni escudos, ya que la admiración por el juego que despliega en la cancha provoca que en las calles de Monterrey ya no se vean únicamente camisetas de Rayados y Tigres, los acompañan fanáticos con el jersey de Newell’s Old Boys, del Barcelona, de la Selección Argentina, del París Saint-Germain y por su puesto, del Inter Miami.
La carrera de Messi puede ser observada en los cientos de admiradores que tomaron las calles y el lobby del hotel Quinta Real y que seguramente, mañana asistirán al estadio BBVA para disfrutar de una función más del artista con balón.