Londres, 5 feb (EFE).- La artista visual y escritora mexicana Verónica Gerber Bicecci presentó este martes en la Galería Witechapel de Londres «En el ojo de bambi», un viaje de ficción a través del arte y la escritura hacia un paisaje asolado por una catástrofe ambiental.
Gerber cierra así el ciclo de cuatro muestras procedentes de la colección de arte contemporáneo de la Fundación «La Caixa», comisariadas cada una de ellas por un escritor de renombre que, además de seleccionar las obras, escribió un texto basado en las creaciones escogidas.
«Lo primero que hice fue ponerme una regla de empezar por ver el trabajo de las mujeres artistas de la colección», señaló a Efe la escritora sobre cómo abordó el proceso de elección.
Entre más de 1000 obras y 414 artistas de la colección, la mexicana rescató seis nombres: María Bleda, Jose María Rosa, Carmen Calvo, Victoria Civera, Sophie Ristelhueber, Concha García y, un único hombre: Carlos Amorales.
La pieza que sirvió como catalizador para toda la muestra, según señaló Gerber, fue un lienzo redondo de Civera en el que aparece el ojo de un huérfano cervatillo de Disney, el protagonista del libro «Bambi, una vida en el bosque», escrito en 1923 por el austríaco Felix Salten.
«Me encontré con una novela que por muchos ha sido catalogada de las primeras novelas ecológicas de la historia y también me encontré con un libro profundamente reflexivo sobre la relación de humanos y animales», apuntó Gerber.
Tras esa lectura e inspirada por la pintura de Civera, empezó a escribir una historia en la que, según detalló, hay una gran «gran transformación del mundo» que, desde la óptica humana, es «el fin del mundo como lo conocemos».
«En esa destrucción, el lenguaje verbal se desarma, se desconfigura por completo y, también en esa catástrofe, las voces del pasado colonial salen a la luz para mostrarnos cómo los humanos hemos destrozado todo en nombre del progreso», relató la mexicana.
Así, la narración que propone se va relacionando con el recorrido por las obras.
Las fotografías de las españolas Bleda y Rosa visitan los escenarios de las batallas coloniales en América Latina, enclaves en los que ahora no queda mucha vida, al igual que sucede en las imágenes de la francesa Ristelhueber, quien examina un paisaje lleno de escombros y cicatrices de la guerra.
Pequeños árboles de cerámica se extienden a través de la pintura de la española Carmen Calvo, como si fuera un cementerio de naturaleza, mientras que una proyección de doble cara del mexicano Carlos Amorales muestra un mapa mundial que se desintegra, a la vez que animales y humanos luchan por coexistir.
En el centro de la sala, una enredadera de lana roja brillante invade el espacio para lanzar un mensaje.
«Una chispa de vida es la pieza de Concha García, una trepadora roja que en la historia está hecha de todas las ruinas del progreso humano. Y de esas ruinas nace la vida», detalló Gerber sobre la escultura de la española.
«Quizá sea el momento de hacer mundos mirando a nuestro alrededor y no solo hacia delante. Si miramos alrededor quizá consigamos salvar algo de lo que nos queda», adujo la escritora en un atisbo de optimismo.
En su opinión, este ejercicio de ficción y arte combinado es uno de los «más interesantes y retadores en los que ha participado».
«Voltea por completo la forma en la que se practica normalmente la curadoría -el comisariado de una exposición-, que intenta dejar la ficción de lado», declaró.
Gerber concluye el ciclo de cuatro montajes que ha acogido la Whitechapel desde enero de 2019 procedentes de las recopilaciones de «la Caixa», comisariados anteriormente por Enrique Vila-Matas, Tom McCarthy y María Fusco.
Fundada en 1985, esta colección se erigió como pionera en su apuesta por el arte contemporáneo en España y, en la actualidad, es reconocida internacionalmente.
Por Marta Pérez-Cejuela