CIUDAD DE MÉXICO, septiembre 26 (EL UNIVERSAL).- La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) se sumó a las voces que anticipan que 2023 será un año más complicado que el actual, ante mayores preocupaciones por la guerra en Ucrania y presiones inflacionarias.
En una actualización de su informe de perspectivas económicas globales publicado en junio, ajustó su proyección de crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) de 2.8% a 2.2% para el próximo año, y dejó sin cambios la correspondiente a 2022, en 3%.
«La guerra ha hecho subir sustancialmente los precios de la energía y los alimentos, lo que ha agravado las presiones inflacionarias en un momento en que el costo de la vida ya estaba aumentando rápidamente en todo el mundo», destacó.
En el caso de México, la OCDE mejoró la proyección para el presente año, que pasó de 1.9% en junio pasado a 2.1%, pero empeoró para 2023, al ubicarla en 1.5%, es decir 0.6 puntos menos.
«El crecimiento económico mundial se estancó en el segundo trimestre de 2022, y los indicadores de muchas economías ahora apuntan a un periodo prolongado de crecimiento moderado», subrayó la organización.
Además, la OCDE prevé que Estados Unidos se desacelerará tanto este año como el próximo, con una expansión de 1.5% en 2022 y de 0.5% en 2023. La misma tendencia de un menor ritmo en las actividades productivas se registrará en Alemania, con avances menores a los estimados en junio pasado, de 1.2% este año y una contracción de 0.7% en el próximo año.
En el texto, la organización dijo que la inflación se ha generalizado en muchas economías.
«Una política monetaria más estricta y el alivio de los cuellos de botella en la oferta deberían moderar las presiones inflacionarias el próximo año, pero es probable que los elevados precios de la energía y los mayores costos laborales reduzcan el ritmo de la caída», señaló.
Se prevé que la inflación disminuya de 8.2% en 2022 a 6.5% en 2023 en economías del G20, entre las cuales está México.
La OCDE estima que la inflación en el país cerrará 2022 en 7.9% y el próximo año se reducirá a niveles de 4.9%, manteniéndose todavía fuera de la meta del Banco de México, de 3%.
En Estados Unidos, la expectativa es que la inflación termine en 6.2% y el próximo año en 3.4%.
Los países con mayores tasas de inflación son Turquía y Argentina, con 71% y 92% de expectativa para el cierre de 2022, y 40.8% y 83% para el próximo año.
«Los efectos de la guerra y el continuo impacto de brotes de Covid-19 en algunas partes del mundo han afectado el crecimiento y puesto presión adicional a los precios, sobre todo de la energía y alimentos», alertó.