México, 6 feb (EFE).- Tras dos meses de la polémica por la pintura que muestra al caudillo Emiliano Zapata desnudo y en tacones, activistas y artistas piden «descongelar» la idea de este ícono de la Revolución mexicana para reivindicar de forma incluyente su original lucha por la justicia social, libertad e igualdad.
La reacción conservadora en contra del cuadro «La Revolución», que se exhibe en el Museo del Palacio de Bellas Artes, ocurre porque hay grupos que se resisten al rescate de la figura revolucionaria y transgresora de Zapata, contaron especialistas a Efe tras una charla en el Museo de Memoria y Tolerancia de Ciudad de México.
«Quieren a Zapata muerto, quieren al Zapata congelado, al Zapata macho, al Zapata que exalta a los ideales de la nación y la masculinidad heteropatriarcal, pero no. Queremos al Zapata vivo, que irrumpa en cada momento que sea necesario en la autodeterminación de los pueblos, de los cuerpos», dijo la investigadora Coco Gutiérrez.
El cuadro, que muestra a Zapata (1879-1919) con un sombrero rosa sobre un caballo con una erección, despertó protestas en diciembre de un grupo de 200 campesinos que bloquearon el acceso al Palacio de Bellas Artes y agredieron a activistas del movimiento lésbico, gay, bisexual y transexual (LGBT) que defendían la imagen.
Aunque la obra, del artista chiapaneco Fabián Cháirez, permanece en la exposición «Emiliano. Zapata después de Zapata», ahora muestra una nota en la que la familia expresa su desacuerdo con la representación por considerarla «inadecuada».
Para Gutiérrez, estudiosa de movimientos sociales, hay «ignorancia» en ciertos personajes «que se dicen de izquierda» por desconocer que en el zapatismo revolucionario había una transgresión de las identidades con mujeres que participaban travestidas en la lucha.
«Lo que me dice es que estas personas son profundamente ignorantes o que quieren mantener borrada esa parte de la historia y que utilizan estos espacios y estos momentos para petrificar y reedificar imágenes de macho, del Estado-nación macho. Entonces en ese sentido me parece hasta escandaloso», señala.
EXPOSICIÓN TRANSGRESORA
La muestra, que abrió el 27 de noviembre y concluirá el 16 de febrero, contiene más de 140 piezas de 70 artistas nacionales e internacionales, pero fue solo la de Zapata en tacones la que despertó controversia, apuntó Uriel Vides, gestor de la muestra.
Esto a pesar de exhibirse, justo al lado, la pintura «A usted, bellísimo supremo», de Miguel Cano, que muestra al caudillo en una relación homoerótica con Ignacio de la Torre, yerno del dictador Porfirio Díaz, con la diferencia que el revolucionario mantiene sus rasgos de «macho» en esta, según el asistente de curación.
«Difícilmente vas a encontrar una imagen que transgreda de esa manera a la imagen zapatista. Es decir, nos lo está presentando como la antítesis de todo lo que ha sido la historia de la representación de Zapata. O sea, en primer lugar está desnudo, en segundo lugar está en una posición femenina», comentó Vides sobre «La Revolución».
El gestor cultural argumentó que otra de las razones de la controversia fue la difusión oficial que la Secretaría mexicana de Cultura hizo del cuadro, semanas después, en las redes sociales y en algunos periódicos.
Sin embargo, pese a las reacciones negativas, el especialista consideró que las minorías sexuales deben seguir con estas acciones.
«Lo importante es no bajar la guardia. Todos los que disentimos sexualmente creo que debemos politizarnos más, disentir más. A veces pienso que estamos un poco cooptados por esto del capitalismo rosa, seguimos ensalzando cuerpos hegemónicos, a la masculinidad, y yo creo que esas cosas tienen que cambiar», reflexionó.
VIEJA LUCHA, NUEVOS RETOS
Las reacciones contra la idea de un Zapata homosexual muestran que la misoginia y la homofobia «no son patrimonio de la derecha», lamentó Eugenio Echeverría, fundador y director del Centro Cultural Border.
«¿Por qué es necesario descongelar la imagen de Zapata? Porque es necesario retomar las luchas y reinsertarlas en luchas hermanas para construir un movimiento interseccional de lucha social», exhortó.
Durante su charla en el Museo de Memoria y Tolerancia, los especialistas mostraron que, a lo largo de la historia, la figura de Zapata se ha utilizado para luchar por los campesinos, los migrantes en Estados Unidos y los derechos laborales.
Por ello, la lucha zapatista se mantiene vigente, consideró Echeverría, sobre todo en el contexto de un Gobierno que muestra «incoherencia» entre su discurso oficial de protección de derechos y sus políticas de austeridad que han afectado a los movimientos sociales.
«Justamente lo que está pasando es lo contrario, estamos empezando a tener, pareciera, un Gobierno con políticas públicas neoliberales, de desmantelamiento de derechos», sentenció.