El florecimiento de jacarandas que adornan las calles y el calor es señal de que el equinoccio de primavera, fenómeno que se utiliza por muchos para «recargar energías», está a la vuelta de la esquina.
Con la llegada de este fenómeno astronómico, en México, zonas arqueológicas como Teotihuacán o Chichén Itzá se preparan para recibir a miles de turistas nacionales e internacionales que, vestidos de blanco, esperan por este evento.
¿Qué es un equinoccio de primavera?
El estudio «El equinoccio de primavera: mitos y realidades» de la UAM refiere que este evento astronómico proviene de los vocablos euqus: igual y nox: noche en referencia a la duración del día y la noche.
De acuerdo con la NASA, el equinoccio de primavera es cuando el hemisferio norte del planeta se inclina lentamente hacia el sol, lo que hace que los días sean más largos y con más luz solar.
Durante este suceso, la noche y el día duran lo mismo, por lo que las personas lo perciben con más horas porque «tarda en anochecer».
El término equinoccio significa en latín «igualdad entre el día y la noche».
Existen dos tipos de equinoccios, el que le da la bienvenida a la primavera, el cual sucede entre el 19 y 21 de marzo, y el que marca el inicio del otoño, entre el 21 y 24 de septiembre.
¿Cuándo inicia el equinoccio de primavera 2024 en México?
Aunque por lo regular el equinoccio de primavera suele ser el 21 de marzo, este año no será así, pues de acuerdo con el Instituto Nacional de Astrofísica, Óptica y Electrónica (INAOE) este 2024, México y otras regiones del hemisferio norte, recibirán el equinoccio este martes 19 de marzo entre las 21:04 y 21:06 horas, tiempo del Centro de México.
¿Cómo celebran en México la llegada del equinoccio de primavera?
En el mundo existen varios festivales alusivos a la primavera. Por ejemplo, en Nepal e India se lleva a cabo el Hindú Holi durante marzo y abril, donde las personas se lanzan polvos de colores para crear un ambiente alegre.
En México entre el 20 y 21 de marzo, varios turistas deciden recibir el equinoccio de primavera en algunas zonas arqueológicas, como Teotihuacán, Chichén Itzá y Monte Albán para ver el ascenso del Sol sobre las pirámides.
En el lugar, las personas, quienes acuden vestidos de blanco, suelen alzar sus brazos al cielo para tomar la «energía» que trae el cambio de estación. En años anteriores, se tomaban el tiempo de subir a la Pirámide del Sol y recargar cuarzos.