CIUDAD DE MÉXICO, noviembre 28 (EL UNIVERSAL).- Corea del Sur debutó el pasado 24 de noviembre en el Mundial de Qatar 2022, frente a la Selección de Uruguay.
El encuentro terminó en un empate sin goles y un aspecto que llamó la atención de algunos aficionados al fútbol, fue la máscara negra que portó el capitán y delantero del combinado asiático: Son Heung-min.
El futbolista de 30 años ingresó al campo de juego para disputar el partido contra Uruguay, por la primera fecha de la fase de grupos, con una máscara negra que cubría la mitad superior de su rostro.
Pero no ha sido el único que ha utilizado este elemento dentro de la cancha.
Así también la ha portado el defensa de la Selección de Bélgica, Thomas Meunier, en el debut de su selección frente a Canadá.
La máscara negra de Son Heung-min
En cuanto al jugador surcoreano, la razón por la cual debe utilizar la máscara para disputar los partidos es por su lesión del pasado 1 de noviembre.
Ese día, el deportista que se quedó con la Bota de Oro de la Premier League, se fracturó muy cerca del ojo izquierdo al chocar contra el defensor congoleño Chancel Mbemba.
La lesión se produjo en el partido del Tottenham Hotspur inglés frente al Olympique de Marsella por la fase de grupos de la Liga de Campeones de Europa.
Lo que siguió al terrible momento fue la operación de Son Heung-min el 4 de noviembre y la posterior recuperación para poder llegar a disputar el Mundial de Qatar 2022.
El jugador ha tenido tres semanas para recuperarse, pero por lo pronto los médicos le recomiendan proteger la zona.
Su ansiedad y sus ganas de participar en el certamen más importante del fútbol, fueron más fuertes y así lo compartió en esos días en su cuenta de Instagram: «No me perderé esto por nada del mundo. No puedo esperar para representar a nuestro hermoso país […] Jugar para tu país en la Copa del Mundo es el sueño de tantos niños cuando crecen, como también lo era para mí».
Por otro lado, quien también ha portado la máscara negra para disputar partidos del Mundial, es Thomas Meunier, el belga que juega en la liga alemana.
El jugador de 31 años corrió la misma suerte en su rostro, ya que se fracturó un pómulo el 19 de octubre, en el encuentro entre el Borussia Dortmund (donde juega en el mediocampo) y el Hannover 96.