Berlín.- Han pasado algunas semanas desde que varios países europeos han decidido abrir sus fronteras luego de la pandemia por COVID-19, y luego de que se registrará un nuevo aumento en las infecciones de coronavirus en España y otros países, autoridades de todo el continente europeo temen que las personas traigan el coronavirus a sus vacaciones de verano.
De hecho, Gran Bretaña impuso una cuarentena de 14 días a los viajeros provenientes de España, mientras que Noruega ordenó 10 días para las personas que regresen de la península ibérica, y Francia hizo una invitación a sus ciudadanos a no visitar Cataluña.
En Austria, la ciudad turística de St. Wolfgang, acortó el horario de apertura después de que se detectó un brote el viernes. Para el lunes, 53 personas habían dado positivo.
En Alemania, se instalaron centros de pruebas médicas para los pasajeros que llegan de países considerados de riesgo.
En Grecia están considerando la posibilidad de extender el uso obligatorio de cubrebocas en iglesias y centros comerciales, y en Bélgica, las autoridades de salud informaron que los casos de COVID-19 están creciendo a un ritmo alarmante, principalmente en la ciudad portuaria de Amberes.
A medida que en América seguimos sufriendo por la primera oleada de coronavirus, en Europa se preparan para un posible rebrote a causa del turismo.