CIUDAD DE MÉXICO, marzo 1 (EL UNIVERSAL).- La reconciliación podría ocurrir entre Erik Rubín y Andrea Legarreta, luego de que la pareja anunciara su separación hace unos días, ambos han dejado claro que todo puede pasar, y la puerta de la reconciliación no está cerrada, así como tampoco está en marcha el divorcio.
Tras la polémica que se suscitó por las versiones de un supuesto romance entre Rubín y Apio Quijano, cantante de Kabah, con quien Erik simula besarse en los «90’s Pop Tour», tanto la conductora como el intérprete han negado una infidelidad y han pedido respeto a la decisión de separarse, situación que ya lleva al menos cinco meses, pero que apenas anunciaron de manera pública.
Luego del anuncio del truene como pareja, ambos se han mostrado abiertos con la prensa y con sus seguidores, y se han mostrado enojados y decepcionados de que a fuerza se quiera manchar su historia con versiones de infidelidad.
Andrea comienza el mes de marzo con buenos deseos compartidos en redes sociales luego de pasar unos días de trabajo en Colombia junto a sus hijas Nina y Mía.
Con casi 23 años de matrimonio, Andrea y Erik eran una de las parejas más estables del medio de espectáculo, pero ellos mismos aseguraron que por el momento su relación como pareja se terminaba, pero que seguirían juntos como padres y como socios.
Legarreta, cuando en «Hoy» habló del difícil momento de su separación, externó que no se sabía qué podía pasar más adelante, dejando entrever que una reconciliación no estaba descartada; eso mismo externó Erik en un reciente encuentro con la prensa, donde además de volver a negar que tuviera una relación con Apio Quijano, expresó que de divorcio no se ha hablado, y que como parte del proceso que viven, la separación es recomendada.
«No, o sea, no. No hemos hablado de eso, ahorita esta es una separación que, desde el momento en que hablamos de ella, nos ha venido muy bien, entonces son ejercicios que te recomiendan en terapia», puntualizó. «Tenemos una gran relación, tenemos planes juntos, tenemos un proyecto, puro amor y buena onda».