CIUDAD DE MÉXICO, noviembre 20 (EL UNIVERSAL).- La historia fue la misma, pero con una dosis de sufrimiento mucho menor. La Selección Mexicana vino de atrás para remontar un 2-0 y dar un golpe de autoridad en la Nations League de la Concacaf.
El Tricolor goleó (4-0, 4-2 global) sin complicaciones a una selección de Honduras que desapareció en el estadio Nemesio Díez. De aquel equipo catracho que mostró personalidad en San Pedro Sula no quedó nada.
Javier Aguirre y sus dirigidos callaron críticas, pegaron fuerte en la mesa y demostraron de qué están hechos. La afición les exigió una actuación convincente, la dieron.