Miquel Muñoz
México, 6 feb (EFE).- La Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), considerada la más grande de América Latina, atraviesa un momento de crisis por las protestas iniciadas por estudiantes hace cuatro meses en contra del acoso y la violencia de género en la institución.
Las reivindicaciones se intensificaron esta semana, con 15 escuelas -tantos facultades como preparatorias de bachiller- de la UNAM en paro, la comparecencia del rector, Enrique Graue, e incluso el pronunciamiento del presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, sobre los últimos actos de vandalismo.
LAS DEMANDAS DE LOS ESTUDIANTES
Las protestas comenzaron en octubre, lideradas por varios colectivos feministas que denunciaban el acoso sistemático y los casos de violencia de género en la universidad, tanto por parte de alumnos como por parte de profesores y otro personal del centro.
Los estudiantes han entregado varios pliegos petitorios al respecto, ya que consideran insuficientes la actuación de la UNAM en cuestiones de género.
Además, en las últimas semanas los alumnos han aprovechado para añadir otras demandas, relacionadas con la seguridad y con los protocolos de salud.
Según la Oficina de la Abogacía General de la UNAM, durante los tres últimos cursos lectivos se presentaron 921 quejas y denuncias por violencia de género en esa universidad.
Las cifras oficiales aseguran que más de la mitad de las investigaciones iniciadas en 2019 en contra de los denunciados concluyeron con una sanción. Sin embargo, dichas actuaciones no colmaron las expectativas de los estudiantes.
Desde el inicio de las protestas, la oficina reporta que se han iniciado 17 procesos de investigación y que se ha separado temporalmente a nueve profesores.
PLANTELES EN PAROS
Las escuelas en huelga en la actualidad son 15, nueve de ellas en paros temporales y otras seis en paros indefinidos. Los centros que registran más meses cerrados son la Facultad de Filosofía y Letras y la Preparatoria 9 (lo equivalente al bachillerato), ambos sin actividad desde principios de noviembre.
Las dos escuelas fueron advertidas del riesgo de perder el semestre lectivo o incluso el curso, por lo que la dirección de la Prepa 9 habilitó clases en otras instalaciones educativas, para evitar un rezago en estos centros que sirven de acceso de los alumnos a la universidad.
Según los datos de la UNAM, los estudiantes afectados desde el principio de las movilizaciones son alrededor de 150.000, cuando el censo total de la institución comprende unos 356.530 en sus distintos niveles educativos.
Durante las protestas a lo largo de estos cuatro meses, se han registrado varios actos vandálicos, como los de este martes, cuando algunos encapuchados causaron destrozos en la rectoría, quemando incluso la entrada de uno de sus edificios.
REACCIÓN DEL RECTOR
Ante esta situación, el rector de la UNAM, Enrique Graue, compareció este miércoles y trató de calmar las aguas, al asegurar que la universidad está «comprometida con la equidad de género, la seguridad de nuestras mujeres» y que tiene una profunda indignación por la violencia.
El rector señaló que desde 2016 la UNAM implementa protocolos contra la violencia de género que se han ajustado con sugerencias de diversos sectores y que han ocasionado que cerca de 100 personas, entre empleados, académicos y alumnos, hayan sido separados del centro educativo por actos de violencia contra las mujeres.
Graue, no obstante, condenó el vandalismo y lamentó que algunas personas aprovechen protestas pacíficas para crear un escenario de actos violentos.
PRONUNCIAMIENTO DEL PRESIDENTE
El caso llegó hasta el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, quien este miércoles pidió «diálogo entre los alumnos, los profesores, los académicos y los directivos» para desencallar la situación, pero señaló una «mano negra» detrás de unas protestas no respaldadas por «un colectivo mayoritario».
«Siempre hay quienes mueven la cuna y hay que lamparearlos para que no anden ahí en los sótanos. Ojalá y se resuelvan las cosas», enfatizó.