México, 15 sep (EFE).- Por segunda ocasión la serie «Las crónicas del taco» busca llegar más allá de lo que es ese mítico platillo mexicano, y esta vez, incluso, expandiendo sus fronteras con una visión externa sobre lo que es el taco fuera de México.
«Muchos medios han explorado el taco como platillo pero nuestra intención era explorar a la gente que rodea este mundo, a los taqueros, los fans del taco, a los periodistas, a quienes se los comen, esas historias eran algo que iba a diferenciar nuestro proyecto de otros», expresó la productora Hallie Davison en una entrevista con Efe.
Pero, ¿de qué se habla cuando hablamos del taco? Davison y el director mexicano Santiago Fábregas dudan un poco antes de responder.
«Pablo Cruz, nuestro productor, diría que de la mejor comida del mundo», dice de primera instancia el director.
Luego lo piensa un poco más y asegura que al hablar de este platillo «se está hablando de México, de su gente».
«De nuestra cultura, sin duda creo que cuando hablas de taco hablas de México en todo el sentido de la palabra», añadió.
Por su parte Hallie ve en el taco un «lienzo en blanco en el que la gente muestra sobre la tortilla su creatividad, su herencia cultural y su orgullo», es por eso que, bajo el mismo formato de la primera temporada, en esta segunda el taco mantendrá su identidad como un personaje vivo en la serie con voz y voto.
Con antropólogos, chefs, periodistas y más, algunos nuevos y otros conocidos, arrancará este martes por Netflix la serie que busca dignificar y desmitificar este platillo con una mirada profunda a sus orígenes y tradiciones.
«El taco en realidad es una comida callejera, no quiero generalizar pero pensando en los lugares que visitamos, gran parte de ellos eran puestitos en la calle, lugares muy pequeños, el taco de canasta ni siquiera está en un lugar está en una bicicleta, en general es una comida de la calle», dice Fábregas.
Para Hallie, una de las cosas más interesantes de este platillo, es la interacción social que este genera, desde la forma de referirse a los taqueros hasta la persona extraña con quien compartes el lugar.
«Siempre hay un elemento social, tienes una interacción con el taquero o con quién está parado al lado de ti, es un taco y una experiencia social y emocional», asegura.
Además, si en la primera temporada se exploraron populares tacos como el de canasta, pastor, barbacoa y otros más, esta temporada se conocerán los orígenes del el ancestral taco de cochinita pibil, el taco de pescado, de suadero y otros más de los que algunos saben, causarán cierto revuelo.
POLÉMICA Y REALIDAD
Tanto Davison como Fábregas consideran que algunas de las decisiones de contenido que tomaron para esta temporada pueden crear ciertos conflictos con el público.
Esto especialmente por su elección de incluir al taco americano como el cuarto en la lista de esta segunda entrega.
«Hay que reconocer la relación que hay entre México y Estados Unidos somos países fronterizos, con muchos problemas lamentablemente, pero muy influenciados de un lado y del otro. Hay que entender por qué existen tacos en Estados Unidos, hay gente que se va a enojar, pues lo siento no hay mucho que hacer», comentó Fábregas.
Por su parte, Davison, que es estadounidense, añadió que una de las razones por las que decidieron poner este taco en la lista fue para explorar las variaciones que se han realizado en otros lugares del mundo.
«Era una manera de explorar cómo se ve el taco fuera de México, cómo evoluciona, la gente siempre va a viajar y llevará sus recetas y sus tradiciones van a cambiar y creo que tenemos que dejar eso pasar, no tenemos que estar tan estrictos con que es la comida con el taco», apuntó.
Finalmente, ambos coinciden con que sería un gusto poder hacer una tercera temporada, pues se trata de un tema «infinito», y cuando tratan de elegir su taco favorito Davinson apuesta por el de cochinita pibil, mientras que Fábregas -muy indeciso- elige el de pescado.