México, 9 sep (EFE).- Los migrantes de Haití y de países africanos que están varados en la estación migratoria Siglo XXI de Tapachula, en el estado mexicano de Chiapas, tendrán una salida política a sus problemas, anticipó este lunes el Centro de Dignificación Humana.
El coordinador de la organización, Luis Rey García Villagrán, dijo a medios que las autoridades mexicanas han mostrado sensibilidad y se acercaron a la organización «para darle una salida política a la crisis humanitaria» que enfrentan en México los migrantes procedentes de África.
El representante dijo que se trata de «un acuerdo entre ambas partes, este día se estableció una unidad médica que atenderá a los migrantes (…) vemos las puertas abiertas (para resolver el tema) al menos del Gobierno Federal pero no del Instituto Nacional de Migración».
Dijo que representantes del Gobierno mexicano estarán en Tapachula, unos 40 kilómetros de distancia de la frontera con Guatemala, en las próximas horas.
«Nos dijeron que vienen a resolver el problema de fondo», apuntó García Villagrán, quien dijo que los migrantes han arriesgado su vida al llegar a México «donde han sido denigrados y discriminados (…) los vamos acompañar hasta que lleguen a su destino final».
De acuerdo con fuentes de organizaciones de derechos humanos, estos migrantes recibirán un documento oficial para permanecer de manera regular en México.
Durante las últimas semanas, migrantes de Haití y de países de África organizaron protestas afuera de la estación migratoria exigiendo paso libre por México.
Los extranjeros denunciaron que están retenidos en Tapachula en espera de una resolución migratoria que les permita viajar por México, y llegar eventualmente a la frontera con Estados Unidos, con mayor facilidad.
A finales de agosto, el Centro de Dignificación Humana logró un amparo a favor de 812 migrantes africanos para que las autoridades mexicanas les entregaran un oficio para salir de México por la frontera que deseen.
La migración aumentó en México desde octubre de 2018, cuando caravanas con miles de migrantes, en su mayoría centroamericanos, comenzaron a ingresar con el objetivo de cruzar el país para llegar a Estados Unidos.
A inicios de junio, Estados Unidos y México llegaron a un acuerdo migratorio que evitó que el primer país impusiera aranceles a todos los productos provenientes del segundo.
A raíz de ello, México envió a las fronteras norte y sur a la Guardia Nacional -un nuevo cuerpo de seguridad impulsado por el Ejecutivo- y se contrató a más personal migratorio.
El Gobierno de México informó la semana pasada que a raíz del acuerdo, por el cual se desplegó la Guardia Nacional en las fronteras norte y sur, se redujo el flujo migratorio un 56 %.
Según datos del Instituto Nacional de Migración (INM), en el periodo de enero a septiembre, México deportó a 106.552 indocumentados.