Las restricciones derivadas de la pandemia y la competencia desleal “de los panaderos de ocasión”, dieron al traste con las esperanzas que tenían los tahoneros para mejorar las ventas de la tradicional Rosca de Reyes que se consume en esta temporada del año, pues de 250 mil roscas que se comercializaron el año pasado, en esta ocasión se estima que se llegó cuando mucho a las 180 mil piezas de ese producto horneado.
La caída en las ventas de la Rosca de Reyes osciló entre el 30 y 35% en comparación a las ventas registradas el año pasado, en cuyo período de consumo aún no hacía su aparición la pandemia del Covid-19 en Aguascalientes, lo que permitió que como parte del festejo de Reyes se consumieran entre las familias hidrocálidas y la población alrededor de 250 mil roscas.
Empresarios del ramo panificador explicaron que en esta ocasión cayó la producción y la venta misma del tradicional producto horneado, debido a una serie de factores como el receso en las escuelas y las dependencias de Gobierno, así como por las medidas preventivas que se siguen en las empresas y que evitaron que se dieran las reuniones entre los trabajadores para compartir la rebanada de rosca.
De la misma manera hubo centenares de familias que por esta ocasión hicieron a un lado la tradición y decidieron no compartir la rosca para evitar riesgos de contagios, privilegiando con ello el cuidado de su salud para no exponer sobre todo a los adultos mayores.
Asimismo y luego de señalar que en esta ocasión el costo de las tradicionales Roscas de Reyes osciló entre los 85 y los 300 pesos, según el tamaño, aunque también hubo algunas especiales que se estuvieron ofertando hasta en los mil pesos, los panaderos señalaron que también se vieron afectados por la competencia desleal que ejercen las familias o personas que buscan hacer su agosto elaborando en tahonas clandestinas o en sus mismos domicilios roscas que son ofrecidas en la vía pública y por debajo del precio que manejan las panificadoras.