Redacción Internacional, 26 ago (EFE).- Seis meses después de que se detectó el primer caso de coronavirus en Latinoamérica y el Caribe, esta región es el epicentro de una pandemia que hasta este miércoles ha dejado al menos 264.891 muertos y 6.890.695 contagios, sin poder controlar a la COVID-19 pese a pequeños avances y con la mira puesta en soluciones a largo plazo como una vacuna.
Medio año después de que el 26 de febrero se detectó en Brasil el primer caso de la enfermedad en toda América Latina, este país está convertido en el segundo con más casos (3,7 millones) y decesos (117.665) en todo el mundo, con 30.000 de esos fallecimientos registrados en los últimos 30 días y con la curva epidemiológica aún creciendo en muchas zonas.
En el listado global Brasil solo es superado por otro país americano, EE.UU. (5,8 millones de casos y 179.344 muertes), por lo que este continente tiene cerca del 55 % de los 24 millones de contagios mundiales y de los 821.909 fallecimientos en todo el planeta, a lo que se suma que otras 4 naciones de América están entre las 10 más afectadas del mundo: Perú en el sexto puesto (607.382 casos), México en el séptimo (568.621), Colombia en el octavo (562.113) y Chile en el décimo (402.365), según cifras de la universidad Johns Hopkins.
Una situación aún más complicada si se tiene en cuenta que, como lo dijo esta jornada la Organización Mundial de la Salud (OMS), Colombia y Argentina están entre los 12 países con más casos diarios en el mundo en la última semana.
UNA BUENA SEMANA PARA AMÉRICA
Sin embargo, la OMS también dio buenas noticias en un día en el que habló de una significativa reducción de las cifras diarias globales, con 324.000 casos en los últimos siete días frente a 863.000 en la semana anterior en América y con una ralentización de los contagios en EE.UU. y Brasil.
Esto es parte de los pequeños pasos que está dando el continente en el combate de la pandemia, a los que se suma la noticia del desconfinamiento de varios de los barrios más habitados de la periferia de Santiago de Chile, que fue el principal foco del coronavirus durante meses en el país suramericano.
Por su parte, El Salvador viene presentando una tendencia a la baja en los casos de la enfermedad, con 154 contagios nuevos el martes, el número más bajo de contagios desde el pasado 10 de agosto, cuando la cifra de casos comenzó a descender tras promedios por encima de los 400.
Adicionalmente, y pese a la delicada situación por la que atraviesa actualmente, Colombia supo hoy que la vacuna experimental contra la COVID-19 que está desarrollando Johnson & Johnson y su grupo de compañías farmacéuticas, Janssen, será probada entre la primera y la segunda semana de septiembre en el país, según informó el Hospital Universidad del Norte, en Barranquilla (norte).
A esto se suma que la biotecnológica Moderna aseguró que su vacuna generó una respuesta inmune «prometedora» en pacientes de edad avanzada tras llevar a cabo un ensayo clínico de etapa inicial y probar su prototipo en diez adultos de entre 56 y 70 años y en otros 10 mayores de 71 años.
PERÚ, MAYOR MORTALIDAD PER CÁPITA DEL MUNDO
Pese a estos avances, la preocupación crece en otros sitios, como en Perú, que desde hoy es el país del mundo con más muertos per cápita (85,8 muertes por cada 100.000 habitantes) a causa del coronavirus y que vio este miércoles cómo su personal sanitario se declaró en huelga para exigir reformas al devastado sistema de salud, un mayor presupuesto y mejorar las condiciones laborales y de bioseguridad.
«Tenemos un presupuesto (para 2021) de 20.000 millones de soles (unos 5.714 millones de dólares), que es menos de 700 soles (200 dólares) por peruano al año», señaló a Efe el presidente de la Federación Médica Peruana (FMP), Godofredo Talavera, que hizo parte de decenas de médicos, enfermeros y técnicos sanitarios que se manifestaron hoy.
En el Caribe, las autoridades de Bahamas, Surinam y Jamaica, entre otros países de esa región, mostraron su preocupación ante el fuerte aumento de casos registrados durante las últimas fechas y en especial las pasadas 24 horas, y en Guatemala, el Gobierno pidió ampliar por un mes más el estado de calamidad debido a la expansión de la COVID-19, que a la fecha ha dejado más de 2.600 decesos y 69.000 casos en el país.
El Gobierno argentino, a su vez, rechazó este miércoles el proyecto de la ciudad de Buenos Aires, gobernada por la oposición, para abrir espacios digitales en las escuelas para alumnos sin conectividad que se desvincularon del sistema educativo durante la cuarentena, que obligó a suspender las clases desde marzo, por considerar que la capital «no cumplía con los niveles de circulación baja del virus».
CEPAL, POR UNA «CANASTA BÁSICA TECNOLÓGICA»
En medio de este panorama sanitario, la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) propuso a los países de la región proveer a sus ciudadanos de una canasta básica de tecnologías de la información y las comunicaciones para garantizar y universalizar la conectividad digital y enfrentar los impactos provocados por la pandemia del coronavirus.
Una canasta que estaría integrada por un computador portátil, un teléfono inteligente, una tableta y un plan de conexión para los hogares no conectados y tendría un costo anual inferior al 1 % del producto interno bruto (PIB) en promedio regional.
«Las tecnologías digitales han sido esenciales para el funcionamiento de la economía y la sociedad durante la pandemia» pero, sin embargo, «las brechas de acceso condicionan el derecho a la salud, la educación y el trabajo, al tiempo que pueden aumentar las desigualdades socioeconómicas», afirmó la secretaria ejecutiva de la Cepal, Alicia Bárcena, en una conferencia virtual.