Redacción deportes.- El inglés Lewis Hamilton (Mercedes), ganó este domingo el Gran Premio de México, el decimoctavo del Mundial de Fórmula Uno, que dejó virtualmente sentenciado, pero deberá esperar al menos al próximo fin de semana para asegurarse matemáticamente su sexto título, que podría festejar en Austin (Texas), sede del Gran Premio de Estados Unidos, el antepenúltimo del certamen.
Hamilton firmó en el Autódromo Hermanos Rodríguez de su décima victoria del año, la octogésima tercera de su carrera en F1. Se colocó a sólo ocho del récord histórico de triunfos (91) del alemán Michael Schumacher, único séptuple campeón mundial y, tras igualar el año pasado las cinco coronas del argentino Juan Manuel Fangio, se situará a tiro de un título del 'Kaiser', salvo auténtica desgracia, este mismo año; y muy probablemente, el próximo domingo.
El espectacular y excéntrico campeón de Stevenage, que arrancó tercero, ganó por delante del alemán Sebastian Vettel (Ferrari) y del otro Mercedes, el de su compañero finlandés Valtteri Bottas. Que es segundo en el Mundial, a 74 puntos del inglés, que para festejar matemáticamente su sexta corona este domingo -por tercer año consecutivo en México- hubiese tenido que acabar la carrera, no obstante, con una ventaja de 78.
El otro Ferrari, el del monegasco Charles Leclerc -tercero en el Mundial, con 236 puntos-, que había salido desde la 'pole', fue cuarto en una carrera que el mexicano Sergio Pérez (Racing Point), ídolo de la afición local, acabó séptimo -por detrás de los dos Red Bull del tailandés Alexander Albon (quinto) y del holandés Max Verstappen- y el español Carlos Sainz (McLaren), decimotercero.
Tras las 18 primeras carreras de un campeonato previsto a 21 y que se cerrará el próximo 1 de diciembre en Abu Dabi, Hamilton lidera ahora con 363 puntos, frente a los 289 de su compañero Bottas, el único que podría arrebatarle el título. Por lo que, salvo auténtica desgracia, todo apunta que Lewis será séxtuple campeón mundial matemáticamente dentro de siete días, en el Circuito de las Américas de Austin. Donde dispondrá de su segunda 'bola de título', después de haber vuelto a 'birlarle' este domingo la victoria a los Ferrari, que habían copado la primera fila.
El holandés Max Verstappen (Red Bull) -sexto, por detrás de su compeñaro tailandés Alexander Albon- había sido el mejor en la calificación del sábado, pero su 'pole' fue anulada. 'Mad Max' fue sancionado con la pérdida de tres plazas por admitir que había incumplido la norma de desacelerar cuando ondeaban las banderas amarillas tras el accidente -al final de la cronometrada principal y sin mayores consecuencias- de Bottas, que hizo abortar el último intento a los aspirantes al primer puesto de la parrilla de salida.
Ese lugar de honor lo ocupó Leclerc, que de esa forma emuló a Schumacher, al firmar su séptima 'pole' en una misma temporada, la sexta seguida para Ferrari, que se quedó en propiedad la primera fila, desde la que Vettel arrancó al lado del monegasco.
Hamilton salía tercero, al lado de Verstappen, en una prueba que Sainz afrontó desde la séptima plaza y el mexicano Sergio Pérez, desde la undécima.
Leclerc salió bien y Hamilton y Verstappen -como era casi de esperar- se tocaron en la salida. Y, con un gran arranque, Sainz -de los pocos que comenzó con neumático blando- se encontró con el cuarto puesto, por detrás de Albon, que pasó del quinto al tercero, por detrás de los dos Ferrari.
Hamilton no tardó en recuperar su posición, al igual que Bottas, que también rebasó al madrileño para rodar quinto; antes de que, en la quinta vuelta, Verstappen, ganador los dos años anteriores en el Autódromo Hermanos Rodríguez, se hubiese quedado sin opción, al tocarse con el finés y perder su rueda trasera derecha. En un arranque muy movido que parecía beneficiar inicialmente a los Ferrari, que rodaban en cabeza con relativa tranquilidad por delante de Albon, al que empezaba a presionar Hamilton; ganador a una parada, al igual que sus dos acompañantes en el podio, que también pasaron del neumático medio al duro.
El primero en entrar a garajes, en la 16, fue Leclerc, a dos paradas, al igual que Sainz, al que pronto se le gastaron los blandos y que sufrió daños colaterales al tener que entrar un giro más tarde de lo previsto para colocar los duros, después de que su equipo la pifiara en la parada de su compañero inglés Lando Norris. Al madrileño se le comenzó a atragantar una carrera en la que volvió a parar más adelante para poner compuestos medios; y acabó decimotercero, para salir sin puntos de una pista en la que nunca ha logrado sumar. Sigue sexto en el Mundial, con 46 puntos, aunque con los mismos que lleva ahora el francés Pierre Gasly, que acabó noveno con el Toro Rosso.
'Checo', que sigue noveno, aunque ahora con 43 unidades, paró en la 21, pasó de medios a duros, gestionó a la perfección sus gomas e hizo las delicias del público con su séptima plaza -la mejor de entre el resto: 'best of the rest', en inglés-.
Hamilton paró en la 25 -de medios a duros- y, de nuevo con una mejor estrategia que los Ferrari acabó ganando por decima vez este año. Porque superado el ecuador, en la 36 de las 71 vueltas que se dieron a la pista más elevada del campeonato, Vettel lideraba con tres segundos y medio delante de Bottas, que paró una después con la intención de hacerle un 'undercut' al alemán, que entró en box un giro más tarde, cediendole el primer puesto a Leclerc, al que le quedaba otra entrada en garajes.
En la 44 paró el monegasco, al que le efectuaron un pésimo 'pit stop' -tardaron en fijarle una de sus ruedas- y a partir de ese instante, el astro británico tomó un liderato que mantuvo hasta rodar por debajo de la bandera a cuadros. Por detrás, Verstappen sacó todo lo que pudo de su Red Bull y minimizó daños, al acabar sexto una carrera que, sin sus errores, pudo haber ganado por tercera vez seguida.
Hamilton tampoco pudo festejar título por tercer año consecutivo en la capital mexicana. Pero pocos dudan que celebrará el próximo domingo, algo más al norte. En Texas.