El problema del estrés hídrico es tan grave que se requiere invertir en soluciones técnicas como la reutilización y en grandes plantas tratadoras de agua, ya que se podrá llegar a la hora cero y se frenarán las inversiones extranjeras, manifestó el especialista en el tema de la Universidad de Sydney, Australia, Gustavo Fimbres Weihs.
Reiteró que en México y en Aguascalientes es necesario buscar la forma en que se reutilice el agua, porque a corto plazo las inversiones extranjeras podrían estar en riesgo, porque ya no será redituable para ellos; “si no existe calidad del agua, no hay calidad de salud, la población se va a comenzar a ir, no habrá mano de obra y la productividad se viene abajo”.
Incluso señaló que la salud mental se verá afectada y por lo tanto un pueblo deprimido no tendrá la mentalidad para seguir viviendo por la falta de visión a largo plazo.
En este sentido el experto en economía circular dijo que la responsabilidad del tratamiento del agua no solamente debe recaer en una empresa que se llegue a instalar, sino que también de todas las demás, gobierno y la sociedad en general.
Explicó que se tiene agua, pero lamentablemente sucia, que se podría recuperar para consumo humano mediante mecanismos tecnológicos, que se requiere la inversión para la distribución del agua tratada.
Se requieren diseñar procesos de limpieza del agua sin residuos o que estos no se conviertan en basura; “buscamos encontrar un valor y reincorporarlos a la economía, para que esos residuos se conviertan en insumos en la planta de otra compañía”, dijo el investigador.
Aseguró que del agua residual se pueden extraer biosólidos que se pueden convertir en fertilizantes o materiales valiosos como proteínas, minerales o hasta la generación de biogás para la producción de electricidad.
Por lo tanto Fimbres Weihs apuntó que la economía circular no solamente se enfoca en el cuidado del ambiente, sino que también diseña los procesos para que no se generen residuos, minimizar la extracción de recursos y la regeneración de la naturaleza; “vamos a hacer las cosas pensando en que mientras más actividad económica haya, mejor estemos ayudando al ambiente, porque históricamente los países que más ganancia generan, son los que más contaminan”.