San Sebastián (España), 24 sep (EFE).- «Muchos directores no existiríamos sin RTVE», dijo hoy, jueves, Cesc Gay, durante la presentación en rueda de prensa en el Festival de Cine de San Sebastián de «Sentimental», última prueba del idilio que mantiene la televisión pública española con el realizador, al que apoya desde «Krampack» (2000).
«Como espectador, era devoto del cine de Gay, pero como directivo reconozco que domina lo social, el drama, incluso la tragedia, con tono de comedia; tiene ese toque que le vuelve tan próximo, tan sensible. Es un gran contador de historias pequeñas y un gran director de actores», señaló Fernándo López Puig, director de contenidos de la cadena estatal.
Gay, por su parte, argumentó que él «no existiría» sin la ayuda de RTVE, pero no solo él: «Podríamos hacer una lista de directores que tampoco habrían podido crecer sin ellos», ha dicho.
El autor de «Truman», premiada con cinco Goyas, señala que «ahora» es fácil producir sus películas, pero con el guion de ‘En la ciudad’ (2003) le decían que ‘no tiene ningún interés’, ha recordado. «Quiero decir que hay una apuesta de la pública por ayudar a que algunos guionistas y directores podamos crecer, que entiendo que una privada no está por esa labor. Es lo que ha hecho esta cadena conmigo», afirmó.
Este año, RTVE presentó fuera de concurso en el festival español de cine dos comedias, «Explota, explota», del uruguayo Nacho Álvarez -que ayer dejó gente en la calle sin poder entrar-, y esta «Sentimental», de Cesc Gay, en la que él mismo adapta su obra de teatro «Los vecinos de arriba», estrenada en 2015 en Barcelona, y con un recorrido de éxitos por escenarios de Latinoamérica y Europa.
Los personajes femeninos están interpretados por Belén Cuesta, que trabaja por primera vez con el director, y Griselda Siciliani, rostro habitual del cine y la televisión argentina, que debuta en una producción española.
Gay contó de nuevo con Javier Cámara, con el que ya rodó cuatro películas, y con Alberto San Juan, con quien ya rodó «Una pistola en cada mano», también con Cámara.
La película, que llegará a las salas españolas el 30 de octubre, es fiel a la obra; es más, Gay dice que escribió la obra casi como «un guion», que era un texto «no especialmente teatral», pero eso le sirvió para «agilizar» el rodaje «casi de modo instintivo».
Una particularidad que ponía especialmente nerviosa a Belén Cuesta, quien vía satélite -contaron que rueda ‘La casa de papel’ y no pudo venir a San Sebastián- dice que «había que confiar plenamente en lo que él dijera, no valía que tú no vieras algo, porque siempre tenía razón».
«Ha sido muy divertido trabajar esta incomodidad de esta cosa patosa de alguien que no sabe cómo reaccionar», dice sobre su personaje, creado desde un «punto zen» o «liberal en extremo», se ríe: «Me lo he pasado genial», concluye.
Coincide con ella Cámara, él sí en el Kursaal, y añade que le encantan «las comedias con conflicto, como ‘El apartamento’, que acabas llorando. Me gustan los personajes poliédricos», como Julio, la pareja de Ana (Griselda Siciliani), que es la pareja en conflicto: llevan juntos quince años y ni se miran, ni se tocan.
Por el contrario, sus vecinos de arriba, Salva (San Juan) y Laura (Cuesta), les despiertan con sus «ruidos» amorosos.
La argentina, que lleva seis meses confinada en Buenos Aires por la covid, «agradece» la herramienta del humor para contar «todos esos dramas de pareja, porque es lo más doloroso de todo, cuando parece que el amor se acaba y enfrente tienes el espejo de otra pareja que es feliz, y los quieres matar. Todo está callado y de repente, explota», resume.
López Puig aprovechó el encuentro para señalar que, en este año complicado, RTVE siguió «tratando de ayudar», primero con el portal Somos cine, y también respaldando 12 de las producciones más taquilleras del año; especial mención para Santiago Segura a quien «algún día se le reconocerá como merece», consideró.
RTVE apoyó 46 títulos de cine, superando el cupo obligatorio por ley, destacó López Puig, el 30% de ellos, dirigidos por mujeres (14) y otros 17, por productoras, algunas de ellas, como Marta Esteban (Imposible Films) y Mariela Besuiesvky (Tornasol) se encontraban en la sala.
«Seguiremos apoyando el cine sin etiquetas y sin exclusiones», resumió el ejecutivo.