Aguascalientes.- La primera ejecución del año se consumó en un gimnasio, al poniente de la ciudad, donde un hombre que entrenaba box fue asesinado a balazos por un sicario encapuchado.
El agredido quedó muerto arriba del ring, mientras que el atacante se dio a la fuga a bordo de una camioneta, en la que aparentemente lo esperaban otros sujetos.
La ejecución tuvo lugar alrededor de las cinco y media de la tarde en el gimnasio de boxeo denominado “Arena Crossbox Los Pitbulls” y/o “Crossbox Dávila”, localizado en el 306 de la calle Vicente Guerrero casi esquina con Francisco I. Madero, en la colonia San Ignacio, ubicada ésta en la salida a Calvillo.
El ejecutado fue identificado como Cristian Fernando Dávila, de 31 años de edad y que vivió en el fraccionamiento Santa Anita.
Las primeras investigaciones de las autoridades revelaron que la víctima llegó a dicho gimnasio a bordo de su automóvil Renault Megane, en color gris y con placas de circulación AAL-546-C de esta ciudad, el cual dejó estacionado en el exterior.
Al ingresar, subió al ring para comenzar a entrenar box.
Sin embargo, instantes después entró al inmueble un sujeto encapuchado que vestía playera gris, pantalón de mezclilla y tenis, el cual se acercó a dicho ring y desde abajo le disparó en varias ocasiones con un arma de fuego corta calibre 9 milímetros para privarlo de la vida.
Tras la agresión, el pistolero salió del gimnasio y corrió hacia calle Francisco I. Madero, donde abordó una camioneta Dodge RAM, tipo Pick-Up, en color blanco y con vidrios polarizados, en la que lo esperaban otros sujetos y se dieron a la fuga a toda velocidad.
Vecinos de las calles mencionadas escucharon hasta cuatro detonaciones de arma de fuego, por lo que llamaron a los servicios de emergencia para reportar tal situación.
Ante esto, de inmediato se trasladaron al lugar oficiales de las Policías Estatal y Municipal así como paramédicos del ISSEA en la ambulancia ECO-336, que al llegar ingresaron al gimnasio y encontraron al agredido tirado sobre el ring.
Al revisarlo, confirmaron que ya no presentaba signos vitales, apreciándole heridas producidas por proyectiles disparados por arma de fuego, unas de ellas en la cabeza.
El finado vestía pantalón gris y sudadera azul.
Además, en la escena se ubicaron ocho casquillos percutidos.
Al conocer las características de la camioneta en que huyó el sicario encapuchado, los elementos de Seguridad Pública rastrearon el área en su búsqueda, pero no consiguieron localizarlo.
Finalmente, al lugar acudieron agentes del Grupo Homicidios de la Policía Ministerial para iniciar las pesquisas correspondientes y elementos de la Dirección General de Investigación Pericial, que levantaron los indicios y trasladaron el cadáver al Servicio Médico Forense.